Cross Marian

Por un momento, Danieve tuvo ganas de pararse y salir del aula, tal y como el profesor dijo que podía hacer si no se creía capaz. Pero el recuerdo de por qué había escapado de su casa y la razón de porqué estaba allí, en aquel lugar y en aquel momento, hicieron que se quedara.
Korah la observó. Seguramente para un humano esta clase se le complicaría un poco más que al resto. Más si había sido criada con lujos, como tenía entendido. Al ver que Danieve dudaba en presentarse, Korah hizo lo suyo

-Korah Athanas.-habló con voz fuerte y clara, haciendose buscar. El profesor lo miró y no dijo nada más, tal y cual Korah esperaba.
-¿Quién más? No tengo todo el día.- anunció el hombre.

El vampiro miró a Danieve que se puso de pie torpemente y roja como un tomate.

-Soy Danieve O'Nash.- dijo ella con cierta torpeza y vergüenza.

Resultaba tedioso hacer lo mismo en todas las clases, pero que mas daba solo seria el primer día de cada semestre de su estadía en ese lugar, que esperaba que fuera por mucho tiempo, siempre y cuando encontrara pronto a sus salvavidas mediatos, el chico que le había rechazado la proposición estaba cabes bajo con un sombrero estilo vaquero que no le noto en la clase anterior seguro, que no quería que su perfecta piel se quemara, tal vez era demasiado vanidoso para verse afectado.

-¿Qué nadie mas tiene planeado presentarse, bien empezare…

Se levanto como un resorte, estaba demasiado distraída divagando en todos los temas menos en los que debía, sin ni siquiera poner atención debida al maestro pelirrojo de amago indiferente.

-Marion Blackwood-exclamo antes de que se diera por completo la vuelta, captando la mirada de aquel imponente maestro.

“Luce como un gendarme” pensó, pasando saliva Marion ante la insistencia de su mirada, acaso le sacaba parecido con su hermano, o su padre. Paso su mirada al resto de los alumnos y esbozo una extraña sonrisa, relajando un poco a la morena, quien se sentó con mayor tranquilidad.

-Mihael Schäfer-Secundo el castaño, que no levantaba demasiado la mirada, sin molestar mucho al profesor que solo lo miro unos segundos.

-Los próximos...-pronunció Marian Cross pasando la mirada para ver quien podía elegir ahora.-Los próximos serán...-su mirada se posó en la ojinaranja y ellatembló un poco. Aún no estaba lista para enfrentarse al ejercicio, menos sin Athanas. Marian sonrió-O'Nash y...Schäfer. Acerquense.-ordenó al ver que la chica tardaba un poco

Ambos hicieron caso, él no parecía tener ningún inconveniente en aquella elección del profesor. Ella sí. Ya la habían aparatado de su compañero, por lo que estaba a merced de ella y de su compañero asignado, en quien aún no conocía, pero estaba claro que ella no confiaba en él comoconfiaba en Korah. Para esta altura del partido ella ya se había dado cuenta que muchos tenían "más capacidad" que otros. Corrían más veloz que cualquier humano que ella ya había visto antes y parecían ser capaces de más cosas. Danieve alegó en su mente que eso solo ocurría porque ellos ya sabían manejar su poder mucho mejor que ella, ya habían aprendido de otro lado todo lo que demostraban saber.
Temía en gran parte, que Mihael fuese como la apariencia que daba la gran mayoría, aquellos serios y competitivos, Korah era como esos pero con la diferencia de que a él lo conocía y le tenía confianza. Suspiró en silencio mientras el profesor los esposaba, la mano derecha de él, la izquierda de ella. También le entregó un mapa en un tubo y les dio que ya podian empezar.
La castaña repasó en su mente lo que podía hacer y lo que no: no era muy fuerte, tampoco ágil, no era valiente... era inteligente, sí, pero ésta se veía afectada si se encontraba nerviosa. Eso sin contar con el hecho que nunca en su vida había tocado un mapa... Realmente se las veía negras. Aunque iba a dar lo mejor de sí en la medida que pudiese.
Miró al castaño mientras se internaban en el bosque.

-Etto...Etto... ¿Vemos el mapa?-preguntó curiosa a penas mirándolo.
-Por el momento no, sé que camino podemos tomar.- respondió con una sonrisa. La ojinaranja se sonrojó por acto reflejo, como usualmente le sucedía con otras personas.-¿Te parece si corremos un poco?-

Danieve movió la cabeza afirmativamente mientras comenzaban a correr. A los pocos minutos, ella notó que Mihael podía correr aún más rápido de lo que estaba corriendo, pero si lo hacía ella no iba a poder seguirle el paso como hasta el momento lo había hecho. No pudo sentirse aún más estúpida que antes por no tener un cuerpo mejor preparado para el ejercicio físico.
Continuaron corriendo por un buen tiempo, si algo bueno que Danieve parecía tener, era resistencia. Eso la alegró un poco. Si seguían a ese paso sin encontrarse nada, Danieve se ilusionaría con llegar a la meta y creer que Cross solo intimidaba a los estudiantes solo por su propio disfrute.
Pero no era así.
Mihael pronto se paró en seco y Danieve por imitarlo casi conocía la tierra del lugar más intimamente. Lo miró extrañada y no se contuvo a preguntarle.

-¿Ocurre algo malo?-dijo en un murmullo, por si acaso. El alemán levantó una mano en señal de que esperase.

Mas pronto siguieron el camino, un poco más cuidadosamente, caminando. Pero si había algo que la castaña no era, era ser cautelosa. No miró cuando pisaba y con sus hermosos pies, presionó un hilo que estaba casi a la aaltura del suelo. La pelicastaña no lo notó, pero sí él.
Mihael se dio vuelta a verla y Danieve sintió que había hecho algo malo. Inmediatamente miró sus pies, como si supiese que estos eran los culpables. Tardó un poco en descubrir el hilo. Abrió los ojos grandes y sintió que la vergüenza comenzaba a consumirla. Levantó sus ojos y miró a Mihael.

-Yo..yo...-alcanzó a balbucear, estaba por dar unos pasos para atrpaz, para ver si eso deshacía lo que había hecho.
-¡No!-la palabra más que el tono de alerta hizo que se quedara en su lugar.- No sabemos lo que eso puede hacer.-ella asintió dandole la razón.-Lo que...-silencio, Danieve lo miró esperando la respuesta, quería moverse cuánto antes.-¡Agachate!-Era una órden.

Danieve lo miró y estaba dudando de llevarla a cabo, cuando él la tomó de un brazo y la obligó a que se agachara.
Unos minutos, solo fue cuestión de minutos para que un tronco, salido de la nada, atravesara el lugar por donde estaban caminando, de una manera bastante cruel. Si Mihael no la hubiese jalado, seguramente el tronco los hubiese arrastrado.

-¿Esta bien?- le preguntó una vez pasado el peligro
-Lo lo siento!-tartamudeó varias veces, aún sobre la tierra, ese lugar le parecía bastante cómodo ahora. Mihael le sonrió
-No sucedió nada que haya que lamentar, nadie salió herido, ni murió.-le dijo para tranquilizarla. Danieve asintió, aunque aún se sentía culpable.-¿Vamos?-

Cross tenía una expresión realmente divertida, parecía disfrutar bastante de este momento, miro a los poco jóvenes que quedaban y dio a una calada realmente lenta a su puro, carcajeándose a lo bajo o al menos eso pensó Marion, quien sintió muy mala espina de estar en esa clase, obvio que no era la única, al ver como los lobos inseparables iban por lados diferentes era uno de los hechos claros que no estaría en la lista de los preferidos de primero, seguro al final en la evaluación de estos, -si es que había- habría malos adjetivos, seguro que no lo olvidaría el Pelinegro de ojos ámbar, y la pelirroja de ojos amatistas.

-Fei Lian y-pauso evaluando con la mirada a la joven Blackwood, que se ponía ansiosa cada que pasaba esa vista en ella, mas negó mentalmente cualquier idea paranoica- Blackwood Elle Marion-

“Esa forma de pronunciar mi nombre me causa calosfríos”

Camino hasta el hombre pelirrojo, que esperaba con los grilletes, los tacones anchos de las botas de cuero que sobresalían encima de los mallones del mismo tono, subiendo hasta un blusón al tono, que la hicieron sentir como estúpida al ver como se marchaban sus compañeros.
Se acerco su compañero, el chico de cabello también negro y facciones hermosas, pero ademan inseguro que regalaron una tímida sonrisa a la joven de ojos desiguales.

-Espero que hagan algo-expreso despectivamente señalándoles el camino los jóvenes al tiempo que les daba el mapa, se miraron inciertamente, fei camino unos pasos al tiempo que Marion lo jalo echándose a correr.

-Al diablo con mi ropa-inquirió lo suficientemente alto para que el moreno lo escuchara y siguiera el paso sin problemas.

-vamos-animo el joven levemente mas grande que la morena.

Siguieron en línea recta, tenían un solo propósito llegar al punto indicado y un negativa o apatía no será una opción, obstáculos eran mas que obvios, mas una cara consternada no era algo que se pudiera permitir, solo traería desgracias.

-Lian, sabes donde nos encontramos, no entiendo a ese garabato que tenemos por mapa-grito Marion minutos después que ambos dejaron a cross debían ser cercas de unos diez o quince minutos, tal vez estarían cercas de algunos de sus compañeros.

“Baka claro, como ustedes también corren a velocidad grandísima”, su habilidad familiar no constaba en la velocidad, si no en algo mas particular y molesto.

Mas el se detuvo de golpe jalando el grillete de la joven que estuvo por darse de bruces al suelo, ante el abrupto, haciéndola virar irritada.

-¿Qué…

-Blackwood no sabes leer el mapas-su cara reflejaba sorpresa, que pudo ser mal interpretada por la morena, que puso sus la cintura en postura arrogante, con la convicción de soltar una tontería de sus labios-Yo tampoco se leerlos-su rostro era ralamente sincero.

- ¡What a fuck!-maldijo claramente la joven, escuchando la risita nerviosa del joven.

-No creo que seamos los únicos-animo un poco suavizando el ambiente y captando la atención de la joven de gafas oscuras.

-¡That son o..

-Venga Marion, podemos usar lo poco que sabemos de un bosque, incluso subir un árbol y tratar de tener una mejor visión- era claro que el chico no pensaba en tal alarma como loa morena lo hacia, además tenia razón, incluso un poco de trucos de scout no estarían de mas, aunque ella no tenia idea de eso, pero seguro podrían hacer algo.

-Vale guapo, lo que haremos será irnos lo mas recto que podemos, escucharemos con cuidado todo a nuestro alrededor

-y buscaremos cualquier señal que nos ayuda-enfatizo captando el mensaje de la también Británica, que sintió complacida.

Pero la emotividad se veri mermada en poco tiempo justo cuando pasaban por el mismos punto que minutos atrás, causando irritación en la joven de gafas quien solo soltó un bufido muy indignado.

-Algo que haya no haya estado en su lugar, hace unos minutos y que ahora se interponga en nuestro avisar joven chino-inquirió hacia Fei que solo negó.

-No, la verdad no me percate de nada que no debiera estar aquí-camino unos cuantos pasos, con la mano en el mentón analizando.

Mas la chica no pronuncio palabra, mas bien camino alrededor de un árbol colocando suavemente su mano en el tronco de este, escuchando un ligero corte, así como un estruendo que no pintaba nada bien, mirándose al mismo tiempo ambos, saltando hacia el frente, evitando ser aplastados por los dos troncos que liados con algo hacían como un péndulo de doble golpe, cosa no muy agradable para los jóvenes, que solo suspiraron.

-cercas-musito el chico también moreno.

-mmm que te parece si mejor vamos por entre los arboles, seguro que no se pone tan pesado-miro las ramas que parecían mas seguras, además que nunca le habían dado al espalda para protegerla. El joven asintió aun manteniendo esa sonrisa alentadora.

“El chico siempre mantiene el espíritu, creo que eso me ayudara a mantener mis cabales” salto hacia las ramas, siendo seguida por el joven , divagando en su asunto pendiente, y el deseo gigantesco de patearle el trasero a ese hombre de cabello rojo, tal vez una vez que encontrara a su hermano y padre le diría acerca de este tipo, sonrió ante esa idea distraída de lo que se rezagaba, saltando imprudentemente a la otra rama donde la corteza estaba pegajosa , casi haciéndolos caer, Fei mantuvo el equilibrio por ambos, ya que salto una distancia mas que Marion, pescándose de la otra rama, aprovechando para equilibrar la cadena , sin tironearla mas el paso que avanzo la joven fue incorrecto, no era hacia arriba sino continuar recto, eso lo supieron ambos en segundos que la joven tironeo la cadena del chico que salió impulsado hasta donde la BritanicoJaponesa se encontraba atascada en una especie de red o mejor dicho telaraña, en una posición no muy estable.

Las risas de ambos cesaron al escuchar un ruido similar al crujido de hojas secas y ramas pisadas por un pie. Tanto Utah como Korah callaron de manera estrepitosa y miraron el entorno, aguidizando sus sentidos en busca de alguna presencia. Cada uno se puso de pie en manera silenciosa, intentando hacer el menor ruido posible.
Otra vez el crujido, esta vez, les pareció que sonaba más cerca que la vez anterior. Intercambiaron una mirada corta mientras el sonido se hacía cada vez más continuo y se sumaban otros que sonaban a destiempo, como si indicase que más de un ser se acercaba, más de dos o de tres.
A eso, también se le sumó un zumbido, varios, como el de los insectos. Pero el sonido parecía ser de algún bicho más grande.
No necesitaron preguntarse que hacer, simplemente, retomaron el camino que estaban haciendo antes de caer. Sus instintos le decían que aquello que se acercaba, no era bueno, y definitivamente no lo era. Un peligro que atentaba contra sus preciadas vidas.
Corrían sintiendo que aquellas criaturas estaban cada vez más cerca suyo, las sentía, olían el olor de su presencia.Y De pronto...
El vampiro y la de raza indefinida aún se vieron obligados a frenar de golpe su carrera. Miraron hacia un lado y otro, para finalmente, juntar sus espaldas. Estaban rodeados y la única salida era pelear.
Escarabajos. Hormigas. Mosquitos. Insecto-palo. Y una Mantis.... Entre otros tantos insectos que sus ojos pudieron apreciar en tamaño mounstruo. Lo inofensivos que parecian esas cosas en su tamaño natural... nada que ver con eso.

-Cross bastardo-soltó la bicolor sacando sus dos armas, el vampiro, empuñando su larga espada, le dio la razón en un gruñido molesto
-Symmetry-llamó Korah intentando mirarla por el rabillo del ojo. Ebozó una de sus sonrisas confiadas-Procura que no tenga que cargar con tu cuerpo luego.

Ella ahogó una risa esceptica.

-¡Como si fuese a suceder!-exclamó ella antes de que el primer escarabajo se acercara a ellos y ella saltase y con un movimiento elegante y a la vez salvaje frenara al insecto.

Por su parte, el vampiro tuvo que enfrentarse a una hormiga que parecía euforica y desesperada por engullir a ambos alumnos. Durante un rato, esto los mantuvo entretenidos, cortando en dos o en más pedazos a estos insectos... aunque cada vez llegaban más, quizás atraidos por la sangre en la muñeca de ellos o por los insectos muertos. De cualquier manera, eran más problemas para ellos.
El tiempo transcurrió y con él, las energias de ambos iban menguando, paulatinamente. Pronto se detuvieron, espalda con espalda y agitados, mirado el campo de batalla. ¿Cómo era posible que siempre llegaran más y más?
Utah, ya harta de aquello guardó la espada y la cuchilla y extendió las manos. Actuando como una extraña especie de pararayos, el vampiro pudo apreciar como varias lineas raquiticas de luz y de altas cargas recorría el lugar, pegándole a los insectos, algunos árboles y casi al vampiro, quien varias veces se vio obligado a moverse -sin poder alejarse demasiado de su compañera por las cadenas- para que aquellos rayos no terminaran por darle a él.
Una vez hecho esto, a su alrededor no habían más que árboles quemandose despacio y bichos gigantes muertos.

-Una decisión bastante inteligente, Symmetry...- comentó Korah moviendo la cabeza hacia un lado.-Aunque casi me mata a mí también...-

Utah sonrió ciertamente, de manera algo altanera, y con un gesto bastante seco con la cabeza, le agradeció.

-Vamosnos antes que lleguen más de esos bichos.-opinó la joven bicolor. Y con un simple gesto con la cabeza, Korah la siguió.

Reanudaron la carrera, ya no iban tan rápido como antes, pero esta vez no se detuvieron en ningún momento hasta llegar a un claro donde allí ya estaban varios de sus compañeros. Korah repasó el lugar una vez, dos veces, buscando a la castaña de ojos naranjas. Quizás preocupado, solo esperaba que la torpeza de ella no provocase más estragos de lo que Cross planeó ya.