Hotaru Tomoe - Mistress 9

-Korah Athanas.-se presentó alzando la mano, el vampiro, practicamente, desganado. No tenía ganas de presentarse, y menos a una mujer que le caía mal, o ya le estaba cayendo mal, por aquella forma de hablar y de ser que estaba mostrando.

-Siguiente.- dijo a penas al mirarlo.

Danieve levantó dudosa la mano, se sentía eclipsada por la actitud y personalidad de Tomoe.

-Soy...Soy Danieve O'Nash...- musitó temerosa.

La mujer clavó su vista en ella y sonrió

-Siguiente.-

Noto como miraban y vociferaba algunos de sus compañeros, la actitud de Takahashi y el comentario de Adrik que sin duda no entendió la morena, las maldiciones a lo bajo del lobo y Matéu, así como la actitud extraña del Uchiha, que la contrario un poco, mas eso si la tipa era una bruja sin corazón, su porte y su forma de hablar la empezaban a enervar, le dedico unos ojos envenenados a pesar de no tener vela en el entierro detestaba que se aprovecharan de las situaciones ajenas para hacer mofas de su posición.

-Fucking bitch-murmuro captando la atención de la mujer, que aun seguía con la mirada en el lobo uchiha e Isil.

Marion Elle Blackwood, dear miss- dijo con desden y palabras cargadas de ironía.

La evaluó curiosa, tenia algo extraña esa muchacha, intrigante sin duda pero tal vez era solo su apariencia, ya que su voz era alzada.

-Bien Mentirosa , puedes sentarte- expreso con su sonrisa “encantadora”, helando a Marion quien cambio de maldita a una cría en segundos.

“que diablos sabe esta mujer”

-Siguiente-

Se levanto irritado Míhael evaluando a la mujer, con el seño fruncido, detestaba que estuvieran tanto tiempo evaluándolo como si escarbaran en lo que era, como si su simple presencia no era suficiente. Además que la forma de tratar a los demás era inaceptable, intentaba mantener la calma.

Mihael Schäfer-articulo en voz queda, aun mirándola con desden, recibiendo una sonrisa irónica por su parte buscando al siguiente.

Danieve miró lo que la profesora hacía y se sintió como si estuviese en algún dibujo animado de peleas y poderes super raros. Lo peor era que eso mismo tenía que hacer ella ¿Cómo demonios lo haría? Nunca en su vida intentó controlar la energía así, es más, ni siquiera sabía que eso se podía hacer.
Y más allá de los comentarios despectivos de la profesora, o aquella forma cruel y casi racista de dirigirse a los que tenían más de un poder, más allá de eso, la castaña tenía otros miedos, otras preocupaciones en aquel momento como para centrarse en criticar el mal caracter de aquella profesora que con andar elegante y sonrisas raras nublaba la seguridad que Danieve tenía sobre sí misma. La poca que tenía.
Así pues, bajó su vista a sus manos, las juntó y comenzó a frotarlas, tal y como lo había hecho la profesora. No tardó en sentir que el calor recorría su cuerpo y se intensificaba cada vez más en sus manos, si bien recordaba un cuerpo se mueve a través de la energía y la energía es calor ¿no? Lo que hace que un cuerpo pueda moverse es el calor, si a un cuerpo se le quita todo el calor, toda la energía, se queda inmovil... eso era lo poco que recordaba de Quimica o Fisica en aquellos momentos. Y si era así... Si era así entonces el calor que estaba sintiendo en sus manos en aquel momento, era la energía.
Lenta y dudosamente, comenzó a separar sus manos, mientras seguía moviéndolas como si las frotase.

-No lo hagas así.- le susurró la voz de Korah, la castaña levantó la vista para ver al vampiro que aún no se había dispuesto a realizar el ejercicio.-Deja las manos quietas y concentrate en no soltar la energía.-
-Uhum...-atinó a asentir mientras intentaba hacer lo que él le decía, concentrando su mirada en aquella pequeña esfera de color verde pálido, un verde claro muy, muy pálido. Al principio lo logró, no obstante en algún momento dejó de preocuparse por retener la energía y esta esfera se disolvió, creando frustración.

Suspiró mostrando aquel sentimiento. Se sentía un poco cansada, quizá no había hecho bien el ejercicio y la energía que había usado, la acababa de perder... Quizá, no entendía del todo aquel tema o las consecuencias de éste, quizás buscaría la respuesta en los libros de la biblioteca, más tarde. Recorrió la sala con su mirada hasta posar ésta en su vampirico compañero. Aún le costaba asimilar del todo que era un vampiro, así como Isil y Giro eran lobos. Lo miró un poco curiosa, intentando examinarlo... Ahora que él le había mencionado aquello, la piel pálida y que al hablar a él se le notasen esos finos caninos que eran más largos y afilados que los de las personas normales, confirmaban de cierta manera la existencia de los vampiros.

-Korah...-llamó Danieve en un suave murmullo. El vampiro la miró y pido notar aquella mirada roja, intensa, a diferencia del primer día, que era dorada.
-¿Sí?-emitió él al ver que la chica no seguía hablando. Y la verdad era que a Danie solo le interesaba ver los ojos del chico en aquel momento, llamarlo fue una excusa para que la mirase y poder apreciar si los ojos de él eran rojos o dorados.
-Ehm...- debía pensar algo, rápido-Uhm... ¿Estas bien?- El vampiro enarcó una ceja, ¿qué clase de pregunta era esa, en aquel momento?. Danieve se insultó mentalmente por no habersele ocurrido algo mejor para decir.
-¿Por qué?-inquirió él, algo hosco. Danieve se encogió de hombros.
-Pregunto...- musitó ella volviendo a intentar hacer el ejercicio, con aquella respuesta que el vampiro le daba, sabía que se tenía que conformar con eso.

Korah enarcó una ceja. No era la primera vez que su compañera hacía esas preguntas sin snetido y totalmente desubicadas respecto a la situación en la que se encontraban. Aunque... a decir verdad, tan desubicada, no era la pregunta. La sensación de asco y repulsión que sentía sobre aquella profesora era demasiado notoria que no se sorprendia que la pequeña lo sintiese. Aunque era bastante raro que lo notara. A lo mejor la pregunta ni siquiera venía al caso, era solo una coincidencia del momento. Pues Danieve era despistada, sin duda.
Alejó de su mente a la chica humana que tenía al lado en aquellos momentos. Al final, la noche anterior no fue al bosque a buscar un poco de alimento como le hubiese gustado. Hecho por el cual desde aquella mañana tanto el humano con quien compartía el cuarto como Danieve y los demás humanos con los que se había cruzado en el día le resultaban terriblemente tentadores. Pero debía controlarse, por más que su cuerpo a gritos le pidiese comida. Nunca en aquel año que había pasado con Danieve se le había planteado la necesidad de beber su sangre y ahora no sería la excepción. Mucho más que empezaba a sentir cariño por ella como el que sentía por Selene.
Sacudió la cabeza intentando alejar de su mente el deseo de beber sangre en aquel momento y miró sus propias manos con algo de duda. El ejercicio le parecía imposible para él en aquellos momentos, más porque quería hacer que la profesora se tragara sus palabras por haber dicho lo que dijo sobre los inestables. Realmente lo quería... Le era bastante complicado mantener a raya sus emociones.
Suspiró, este ejercicio no le iba a traer una buena experiencia. Juntó sus manos y con cuidado empezó a frotarlas, y paulatinamente fue aumentando la velocidad. Una vez le había salido por casualidad algo similar, hace bastante tiempo y durante un invierno. No supo controlarlo bien y casi y más destruía el lugar, dejando una gran marca para que sus cazadores supiesen donde estaba. Sacudió la cabeza, alejando aquel añejo recuerdo y tuvo que volver a empezar a hacer el ejercicio, pues había dejado, involuntariamente, de mover sus manos.
Al ir alejando paulatinamente sus manos, una esfera que aún no decía que color tomar fue apareciendo... en realidad, ni esfera era. Parecía un huevo estirado. Frunció el ceño, intentando moldear la esfera pero ésta se salió de su control, se agrandó un poo más y se acható. Con esfuerzo, el vampiro intentó volverla a su lugar, pero solo lograba que se achatase aún más y provocando que él mismo se alterase más.

-Y aquí parece que tenemos la horrible muestra de lo que puede causar un inestable.- la voz cargada con matices podridos, asqueada y molesta de Hotaru, terminaron de condimentar el desastre. Al vampiro le estaba pareciendo casi imposible controlar esa cantidad de energía que ahora parecía que se escapaba de sus manos.-Si llegas a destruir el aula, la pagaras caro.-

Danieve al oír a Mistress cerca de ellos, dio un respingo, haciendo que la esfera de energía que había logrado, se esfumara. Miró a Korah y abrió los ojos algo sorprendida. Sabía que el vampiro era inestable, pero no creía que eso significara un problema. Veía el tener dos habilidades en vez de una sola era mejor, hacía a la persona más poderosa ¿no?
Nunca lo había visto perder el control, y que aquello le estuviese pasando a él le preocupaba. Puso suavemente una mano sobre el brazo del peliplateado, quien la miró con una mirada que no pudo desifrar.

-Alejate.- fue lo último que oyó del vampiro antes que terminara de perder el control sobre aquella cosa de energía.

El disco achatado salidó disparado y rebotó varias veces en el suelo, como cuando uno tira una piedra al lago que ésta rebota unas veces antes de sumergirse en el agua, antes de perder su forma y terminar impactando contra el borde de concreto de la fuente, dejando un hueco pequeño por el cual el agua se escapaba en forma de hilo.
Misstres 9 miró con odio al vampiro.

.

Korah sonrió sintiendose particularmente de buen humor, por el momento. Cada vez Symmetry le caía mejor, por la razón que fuese. Y definitivamente por aquello, él pensaría luego en alguna manera de devolverle aquel favor. En tanto, la profesora Tomoe, miró a Utah con desprecio y odio... aunque podía notarse que estaba cólerica a leguas de distancia. Se volvió hacia la bicolor caminando con aquella elegancia felinesca que poseía, mas algo la hizo cambiar de parecer, pues se volvió sobre sus pasos.

-Es natural que seres despreciables como ustedes actuen de una manera tan...- comentaba con una tranquilidad fingida- desagradable... Es bastante común de basura como ustedes- suspiró resignada

La mirada del vampiro peliplateado se mostró molesta por aquellos comentarios, sin duda alguna. No obstante quien habló no fue él ni Utah, fue la de ojos naranjas quien habló, con timidez y a penas con un murmullo.

-Korah...Korah no es así...- expresó ella. Misstres 9 le dirigió una mirada intimidante, haciendo que se encogiera en el lugar.
-Por supuesto que sí... es un asqueroso inestable.-dijo con una dulzura que no existía realmente.

No obstante, la castaña parecía terca aquel día, aunque temblase como gelatina.

-No...- negó ella- No creo que por ser inestable o no sean de una... manera... u otra...- vaciló, la mirada de la profesora era bastante intimidante para aquella chica.
-No, querida, estas equivocada...- dijo la mujer

Danieve detuvo su vista unos segundos en Korah, quien la miró sin una expresión o sentimiento definido... o al menos así lo interpretó ella. Quizá era demasiado para ella... mejor dicho ya era Demasiado para ella. Pero el ahora ojicarmín no podía imaginarse el porqué exacto que hacía que ella se obligase a seguir buscando valor para hablarle.
Luego, la chica negó con la cabeza las palabras de la profesora.

-Pero... puede ser que...uhm...que cueste más que al resto... controlar energía...-era una conclusión que pudo sacar en base a los comentarios de aquella mujer-porque tengan... que lidiar...uhm... con... con dos poderes... en vez... de uno... como el resto... eso... hace...quiere decir... podría decir... que...ehm...son más...poderosos...que... el resto...al uhm...al controlar... dos elementos...-terminó por balbucear, logrando ser comparada con la luz roja de los semáforos.

Fue la palabra que se le vino al pelilargo a la mente al escuchar aquel discurso tímido. Hubiese pasado un brazo por el cuello de la chica y dicho algunas palabras para rematar la situación de no haber sido por la sed de sangre que lo invadía en aquellos momentos y que en ningún momento dejó de sentir o desear la sangre que fluía constantemente por la carótida-así como en el resto de las arterias y venas-de la chica.
Quizá por eso, Tomoe no hizo nada que delatase su enojo y desaprobación al respecto o hecho algo peor. Aunque lo que hizo, para Korah, no tenía comparación.

-Como digas.- expresó con disgusto- Ya suficiente de charla se ha tenido. Con ustedes dos...- habló posando sus ojos en Korah y Utah-Ya me encargaré de que reciban su merecido más tarde... Para el resto, sigan con el ejercicio.-

Korah resolpló, se había ganado un problema que no buscaba. Se estaba por alejar más de Danieve, quien había reanudado el ejercicis aún con el rostro rojo y ni siquiera éste le salía a causa de que-claramente-estaba alterada por lo sucedido, temblando de pies a cabezas, de manera involutaria, cuando Misstres se le acercó y con una sonrisa perversa comentó

-Conviene que observes a tu compañera, a ver si logras que la próxima vez sea más cercano a una esfera.-Y se alejó

Korah cerró fuertemente los puños y reprimió el soltar varias palabrotas ¿Ahora que demonios iba a hacer? Acercarlo más a su posible presa era lo más parecido que él sentía que era servir a la misma Danieve en bandeja de plata para que pudiese savorearla a gusto...
Cerró los ojos y movió los labios como si estuviese hablando, por más que ningún sonido emitiese. Tenía que alejarse de ella. Debía hacerlo para dejar de verla cokmo una posible fuente de alimento.

Las palabras que le había dedicado Utah a la miserable Bitch le ponían difícil la concentración,-tenía unas ganas sobrehumanas de reír-y ahora el acto de valentía de Danive por Korah había despertado curiosidad en la oji desigual que divagaba demasiado mientras frotaba las manos, al tiempo que escuchaba el tartamudeo de la joven y el extremo enfado del albino.

Era la clase de mujer que disfrutaba de humillar a los demás que era seguro que su propia existencia era tan patética deseando que todos los demás también lo fueran, no podía ver una sonrisa sin desear borrarla con un envenenado comentario.
Más Danieve tan frágil e insegura que se veía era el claro ejemplo de que incluso el ratón mas tímido podía echar a correr al gato mas fiero. Mihael a pesar de sus constantes cambios de humor no podía evitar sonreír en el instante que pidió que siguieran en lo suyo aquella detestable mujer, lo que trajo como respuesta la irreverente y fuera de lugar carcajada de Marion quien reparaba en una estridente mofa, llamando su atención con la anticipación de cubrir la de la desdeñosa mujer.

Se acerco disimuladamente a la joven cubriendo la visión de la mujer gracias a su gran estatura.

-No te mides-musito con una picar sonrisa que la morena correspondió.

-esa mujer es tan grotesca que sus comentarios me parecen tan graciosos conociendo el trasfondo-susurro sin quitar la mirada de su deforme bola.

-Si pero compórtate un rato quieres-pidió con aun con esa torcida sonrisa, que causó mas gracia en la morena.

-No pidas imposibles muñeco-inquirió en voz baja inclinándose al joven mismo que retrocedió al escuchar los felinos pasos de Mistres. El por su lado no había progresado mucho, antes de que sus compañeros se expresaran de esa forma esta perdido en un mar de frustraciones al no poder controlar el deseo de saltarle a la yugular a esa maldita mujer, sus emociones estaban tan ligadas a la energía se sentía como un Neofito recién creado. Incluso una simple esfera como esa requería paciencia solo apta de un lugar pacifico o ameno no el campo de batalla que la bruja con tintes de fineza pero interior podrido se había empeñado crear. Estrello sus palmas al sentir nuevamente el enfado de escuchar sus pasos casi tocarle los talones. Pronto disiparía mas veneno.


-Deja de jugar maniquí de plástico y has lo que se te indica-camino por un lado de ellos, mirándolos por el rabillo del ojo, cuando finalmente se detuvo a la altura del hombro de la morena BritanicoJaponesa, quien no levanto la mirada “centrándose” en su ejercicio- Ni siquiera tiene forma definida Elle, y tienes el cinismo de burlarte miserable mugrosa mentirosa-

La gota que derramo el vaso y Marion en su límite, le dedico una mirada cargada de odio con una sonrisa realmente perversa una vez que sus pasos no estaban tan cercas, y volvió a lo “suyo”.

“Don´t want to play with puppet master because they looks like marionettes, fucking bitch”penso con malicia la joven que empezó a acrecentar el tamaño de su esfera que pasaba por los colores carmín al plateado, descontrolando sus elementos con todo el afán. Mirando la masa sin perder un solo minuto de sus movimientos al tiempo que empezaba a suspender entre sus manos, para empezar su show.

Soltó un grito ahogado al tiempo que se agachaba cubriéndose la cabeza, para que a masa de gran tamaño suspendida en el aire no la tocara. Sorprendiendo a Mihael que minutos atrás había seguido en lo suyo.

-Marion detente- grito el alemán cercas de la morena, pero esta parecía temblar mas no exactamente por los que ante todos parecía sino por el esfuerzo que significaba mantener esa esfera en el aire sin que explotara por el descontrol de energía.

“Come fucking Witch” pensaba con esfuerzo, al tiempo que escuchaba el bufido indignado y las palabras de discusión entre Mihael y ella no podía poner atención a lo que decían, significaría un error fatal.

- Deja de jugar Elle, que vas a explotar esta sala, que acaso su cerebro no sabe como acatar instrucciones-camino zancadas a ella, al tiempo que el alemán, ponía sus manos en los hombros de la chica.

-No cree que si ya hubiese querido ya lo hubiese detenido, mejor haga algo que para eso le pagan- exclamo realmente enfadado el castaño.

-Quítate asqueroso inestable- exclamo tratando de acercarse a la masa que no dejaba de girar, sin poder explicarse como podía mantenerse en una sola orbita.- Elle detente- inquirió imperativamente la mujer de larga caballera intentando sostener la bola, tratando de dar un paso hacia delante pero sus piernas no le respondieron, estaban completamente adheridas al piso por una capa de espeso hielo que la joven inestable había disipado en su radio al tiempo que la masa empezaba a desformarse y perder el equilibrio aparente que se mantenía asustando a la profesora que seria la principal afectada en el momento que la chica vociferadora dejara de producir aquella energía, sus ojos fuera de las orbitas, sus palabras intangibles, terminando con el descontrol de sus poderes era el claro ejemplo de no ser ella, escondió su cabeza entre las piernas pegando su guante de cuero al suelo intentando de calentar disimuladamente el hielo para poder soltar la energía que ya la estaban matando de cansancio.

“Ya no puedo mas” pensó moviendo la esfera cercas a la maestra y después dispararla hacia arriba produciendo un sonido ensordecedor, soltando su cuerpo al mismo tiempo descansando en el acuno de Mihael quien no se apartaba.

Por su lado Mistress no pudo evitar soltar el aire, intentando reclamar a la chica que yacía con los ojos cerrados recargada en el aleman, con una sonrisa satisfecha.

-Estas bien-susurro mihael a la chica levantándola en brazos.

-Si solo quiero tomar aire-musito en el mismo tono de voz que el chico.

La mujer se quedo frente a ellos y dedico una perversa sonrisa deteniendo el andar del joven.

-ven, la mayoría de ustedes son una porquería como lo pensaba los inestables no pueden mantener una simple bolita de energía, deberían ser expulsados no ayudados ya que no tiene sentido lidiar con ratas tan sucias como ustedes- volvió su mirada ala cansada de Marion- solo saben huir sin saber que pronto estarán atrapados como siempre debieron estar-

Mihael gruño realmente furioso intentando un paso adelante sin que Marion se lo permitiera débilmente por lo que aun podía moverse ya que la fuerza que ejercía no era fuerte.

-Mientras que tu señorita con aires de grandeza no eres mas que una insignificancia a mi lado, no se como mantienes esa insulsa sonrisa, date cuenta que todo a tu lado tarde o temprano terminara por derrumbarse justo como Elle- inquirió con su voz lenta y cargada de desprecio, alarmando a la bicolor por las claras palabras de cuya intención era mas que picar la herida que la joven intentaba cerrar.

“ How you dare to touch Elle’s name with that dirty lips fucking witch” su rostro endurecido parecía adquirir diferentes tonalidades que complacía ala mujer, que le dio la vuelta y siguió con lo suyo.