Kenshin Himura

¿Esgrima? Danieve recordó que cuando era pequeña, su madre intentó que aprendiese varias artes y deportes, sea danza, canto, tocar algún instrumento, taekwondo, natación... o esgrima. En todas, sin duda, sabía que había fallado horrorosamente. En danza era demasiado torpe para bailar; en canto, su voz desafinaba continuamente y siempre se olvidaba la letra, nunca supo leer partituras o se olvidaba de cómo se hacía, en taekwondo, sus patadas no pasaban la parte baja del cinturón; en natación, no sólo no cumplía con los tiempos cuando le hacían hacer nado sincronizado, sino que también le agarraban calambres en las partes ondas de la pileta y poco y faltaba para que se ahogara. En esgrima, la cosa no había sido distinta, era un desastre con la espada en sus manos, a parte que nunca lograba sostener una pelea con su compañero por más de quince segundos, antes de caer o que él la venciese.
Realmente si ahora lograba aprender esgrima, el profesor se iba a merecer más que una condecoración por ser el mejor profesor. Aunque este le parecía bastante amable y bueno, a lo mejor si lo lograba. Torpemente alzó la mano y cuando Kenshin posó su mirada en ella y le sonrió animandola, Danieve no pudo evitarse sentirse estúpida por sonrojarse.

-Etto... Soy Danieve O'Nash...-dijo bajando la mano y la mirada.

El vampiro la miró algo curioso por el que, en esta ocasión, ella se haya presentado antes que él, y no después como sucedió en Todas las clases anteriores. A lo mejor, el hombre este que tenía cara de idiota, a ojos de Athanas, había sido el primero y único, por el momento, que había hecho que Danieve se sintiese algo cómoda a principio de clase.

-Korah Athanas.- se presentó Korah sin levantar la mano ni hacer demasiada ceremonia, sentía bastante curiosidad por lo de Danieve que no tenía ganas en pasar por las formalidades con los profesores.

El profesor los miró a ambos y sonrió. Miró al resto de los alumnos allí presentes de un lado al otro.

-¿Alguien más?-preguntó

A diferencia del otro profesor también pelirrojo este no solo, tenia una voz amable, y una presencia que calmaba a cualquiera, aparte de todo era apuesto y sus ojos eran encantadores, por que negar ello en el. Sonrió divertida antes sus pensamientos insulsos que le ponían un poco de buen humor.
“Las cosas empezaran a mejorar” pensó como si guardara para ella un chiste particular.

-Marion … Elle Blackwood-el nombre aun le calaba, pero tenia que ser fuerte tenia que mantenerlo con orgullo finalmente, pero en sus ojos hubo atisbo de tristeza en su leve pausa notándola levemente el profesor que levanto ligeramente una ceja. Hizo una inclinación típica en Japón, y volvió a su asiento.

-Gusto señorita Blackwood- sonrió alentadoramente, pasando su mirada al resto de sus maestros.

Sabia la morena que no seria mucha lata esa materia, a pesar de que su arma no fuera propiamente una espada, podía simulárselo un poco, solo era un poco mas gruesa y grande que lo normal pero no seria tan mala la idea de relajarse en esa clase, por lo que esbozo una sonrisa, golpeando las costillas del Vampiro que parecía indiferente ante la clase.

-Faltas tu zopenco-murmuro

-es verdad-inquiero levantándose pesadamente, el no tenia ni la mínima idea como tomar una espada, ni como empuñarla, conocimiento cero, lo que mejor sabia era jalar el gatillo o desgarrar gargantas, por lo que se avergonzaba un poco por ser nuevo en algo que pudo aprender en sus últimos 67 años .

-Mihael Shafer-expreso con formalidad, recibiendo el asentimiento del profesor.