Dormitorio Chicas
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Mes 1~Día 0
Se había perdido en un camino diferente, el dormitorio de chicas y el dormitorio de chicos, vaya eso si seria novedad, jamás había compartido con mucha gente sus estudios, además que sabia que no descansaría hasta encontrar la habitación de su hermano aunque eso le trajera problemas, aunque un poco de diversión no le afectaría a nadie.
Mas el chico de antes le pareció como un modelo de esos que salen en pasarelas, pero tenia algo en sus ojos dorados que le hacían detenerse un poco, tal vez era por que los chicos como el siempre era unos jugadores de primera, y no tomaban las cosas en serio, aunque ella tampoco lo hacía por lo que aquello no importaba.
Miro pasar a una chica de cabello también azabache a grandes zancadas, como irritada, después a otra pero un poco mas tranquila misma quien le regalo una sonrisa, anotándola para sus futuros contactos después una chica de cabello platinado quien también daba largas zancadas mas lucia mas serena o tal vez estaba preocupada, no tenia idea mucho menos cuando miro a una rubia de rasgos franceses que iba con un ademan un poco mas resignado o frustrado pero de igual forma le regalo otra sonrisa, no quería meterse en ninguna cosa que estuviera pasando solo quería llegar tirarse en cama o tocar un rato al buen Adagio.
Camino hasta la puerta que no dudo en abrir, encontrándose con una pobre decoración, mas al segundo negó, los lugares en lo que ciertamente había estado últimamente eras mil veces mas decadentes que esto, por lo que fijo la mirada en su objetivo “la cama”. Busco una cama alejada del resto de sus compañeras, mas no le fue posible casi todas las oportunas estaban separadas, por lo que la tercera cercana a la ventana pareció ser una propia, sintió una mirada a su espalda notando, una chica de cabello bicolor tendida sobre una cama.
-Hola, Marion Elle Blackwood-pronuncio con voz ligera continuando y muy jovial.
- Utah Symmetry-dijo a secas, parecía que no seria una conversación muy larga a decir verdad solo noto cierto fastidio en ella, por lo que continuo en lo suyo sacando su pequeño estuche, donde provino un lustre Violín de cristal, con bordes en dorado, realmente distinto a los normales, era una pieza muy delicada pero el sonido que profería era mas dulce que el de un Stratovarius común.
-No te molesta si toco un poco-pregunto la joven de ojos cubiertos por el cristal de sus gafas a su compañera quien solo la miro un poco curiosa.
La joven recién llegada parecía simple, por lo que no seria un problema, al parecer además de que también era solo una humana.
Empezó a mecer el arco sobre las curdas pisando las notas bajas, para entonar una melodía atrayente, pero sin que te crisparan los nervios
Mas el chico de antes le pareció como un modelo de esos que salen en pasarelas, pero tenia algo en sus ojos dorados que le hacían detenerse un poco, tal vez era por que los chicos como el siempre era unos jugadores de primera, y no tomaban las cosas en serio, aunque ella tampoco lo hacía por lo que aquello no importaba.
Miro pasar a una chica de cabello también azabache a grandes zancadas, como irritada, después a otra pero un poco mas tranquila misma quien le regalo una sonrisa, anotándola para sus futuros contactos después una chica de cabello platinado quien también daba largas zancadas mas lucia mas serena o tal vez estaba preocupada, no tenia idea mucho menos cuando miro a una rubia de rasgos franceses que iba con un ademan un poco mas resignado o frustrado pero de igual forma le regalo otra sonrisa, no quería meterse en ninguna cosa que estuviera pasando solo quería llegar tirarse en cama o tocar un rato al buen Adagio.
Camino hasta la puerta que no dudo en abrir, encontrándose con una pobre decoración, mas al segundo negó, los lugares en lo que ciertamente había estado últimamente eras mil veces mas decadentes que esto, por lo que fijo la mirada en su objetivo “la cama”. Busco una cama alejada del resto de sus compañeras, mas no le fue posible casi todas las oportunas estaban separadas, por lo que la tercera cercana a la ventana pareció ser una propia, sintió una mirada a su espalda notando, una chica de cabello bicolor tendida sobre una cama.
-Hola, Marion Elle Blackwood-pronuncio con voz ligera continuando y muy jovial.
- Utah Symmetry-dijo a secas, parecía que no seria una conversación muy larga a decir verdad solo noto cierto fastidio en ella, por lo que continuo en lo suyo sacando su pequeño estuche, donde provino un lustre Violín de cristal, con bordes en dorado, realmente distinto a los normales, era una pieza muy delicada pero el sonido que profería era mas dulce que el de un Stratovarius común.
-No te molesta si toco un poco-pregunto la joven de ojos cubiertos por el cristal de sus gafas a su compañera quien solo la miro un poco curiosa.
La joven recién llegada parecía simple, por lo que no seria un problema, al parecer además de que también era solo una humana.
Empezó a mecer el arco sobre las curdas pisando las notas bajas, para entonar una melodía atrayente, pero sin que te crisparan los nervios
Última edición por Evil_Marionette el Sáb Ene 24, 2009 5:52 pm, editado 2 veces
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Frase PJ1: No vine aqui a enamorarme sino a salvar mi vida
Frase PJ2: No todos los días tienes una segunda oportunidad y menos si es para siempre
Mes 1~Día 1
Una de las cosas que siempre se veía afectada la morena de ojos bicolor era la hora para despertar, mas últimamente el solo dormitar le causaba una gran ansiedad, llevaba varios días sin dormir de corrido y esa noche por fin hacerlo representaba estar en el cielo, bueno no del todo había tenido pesadillas, la misma que últimamente le azotaba cada que pegaba los ojos. Sus ojos se abrieron de golpe al tiempo que se levantaba bruscamente, respirando agitadamente notando que sus compañeras unas ya había salido y otras estaban arreglándose.
“Buenos días princesa, la alarma que te despertó fue agradable “Negó nuevamente ante sus sarcástico pensamientos, observo con mas cuidado lo que acontecía en su alrededor, pasando sus ojos alrededor con tranquilidad y sin deseos de salir de la cama.
la pelirroja charlaba con la loba peli plateada, así como la rubia andaba de un lado a otro con sus pertenecías, la puerta estaba semi abierta y escucho otras voces, eran de chicos se percibían algo impacientes, bueno al menos uno de ellos, era seguro que venían por las chicas que andaban revoloteando por la sala, cuyo ambiente era agradable.
Mas noto que la chica con la que había hablado ayer, Utah no estaba, era seguro que muchas debían madrugar, pero gracias a Dios ella no era de esas.
-Vamos kaili-se escucho una voz hilarante del otro lado de la puerta, a lo que la interpelada volteo con una sonrisa complaciente y volvió a su espejo.
-No te vas a hacer más viejo por esperarme un poco Adrik-expreso con naturalidad, acomodando unos mechones rebeldes que opacaban su arreglo-menos mal que Giro, es mas paciente-rio un poco hacia la peli platina que solo sonrió.
-conocemos nuestros tiempos- definió acomodando su vestido para así salir finalmente.
La morena de ojos bicolor, rebusco entre sus cosas alegrándose de la compañía que tendría, después de ayer las cosas se habían suavizado mucho, y la joven que había salido irritada parecía aun distante y renuente, mas no todo siempre podía ser perfecto.
No se lio mucho mas saco un blusón largo negro y unos mallones que acompañaría con unas botas de piso café, por lo demás seria menos tiempo. Mas mientras se vestía y observaba el movimiento de la rubia de ascendencia Francesa, por una extraña razón se pregunto que seria del chico de ayer, o bien si podría ver a su hermano el día de hoy, tenia muchas cosas que hacer y no tenia idea si tendría tiempo de realizar una búsqueda, tomando en cuenta que también saldrían al finalizar las clases a buscar trabajo.
“listo “dijo acomodando unos pequeños toques su ropa, el cabello no había problema era lasio y con aquel nuevo corte que se había impuesto no necesitaba de mucho arreglo.
-Las veo en un rato chicas-saludo al pasar aun lado de ellas.
Salió disparada, no por hacerles el feo, o por no desear conversar con ellas, pero sin duda tenia muchas prioridades y aparte de la antes mencionadas también estaba hablar con el director y contarle su situación.
“Buenos días princesa, la alarma que te despertó fue agradable “Negó nuevamente ante sus sarcástico pensamientos, observo con mas cuidado lo que acontecía en su alrededor, pasando sus ojos alrededor con tranquilidad y sin deseos de salir de la cama.
la pelirroja charlaba con la loba peli plateada, así como la rubia andaba de un lado a otro con sus pertenecías, la puerta estaba semi abierta y escucho otras voces, eran de chicos se percibían algo impacientes, bueno al menos uno de ellos, era seguro que venían por las chicas que andaban revoloteando por la sala, cuyo ambiente era agradable.
Mas noto que la chica con la que había hablado ayer, Utah no estaba, era seguro que muchas debían madrugar, pero gracias a Dios ella no era de esas.
-Vamos kaili-se escucho una voz hilarante del otro lado de la puerta, a lo que la interpelada volteo con una sonrisa complaciente y volvió a su espejo.
-No te vas a hacer más viejo por esperarme un poco Adrik-expreso con naturalidad, acomodando unos mechones rebeldes que opacaban su arreglo-menos mal que Giro, es mas paciente-rio un poco hacia la peli platina que solo sonrió.
-conocemos nuestros tiempos- definió acomodando su vestido para así salir finalmente.
La morena de ojos bicolor, rebusco entre sus cosas alegrándose de la compañía que tendría, después de ayer las cosas se habían suavizado mucho, y la joven que había salido irritada parecía aun distante y renuente, mas no todo siempre podía ser perfecto.
No se lio mucho mas saco un blusón largo negro y unos mallones que acompañaría con unas botas de piso café, por lo demás seria menos tiempo. Mas mientras se vestía y observaba el movimiento de la rubia de ascendencia Francesa, por una extraña razón se pregunto que seria del chico de ayer, o bien si podría ver a su hermano el día de hoy, tenia muchas cosas que hacer y no tenia idea si tendría tiempo de realizar una búsqueda, tomando en cuenta que también saldrían al finalizar las clases a buscar trabajo.
“listo “dijo acomodando unos pequeños toques su ropa, el cabello no había problema era lasio y con aquel nuevo corte que se había impuesto no necesitaba de mucho arreglo.
-Las veo en un rato chicas-saludo al pasar aun lado de ellas.
Salió disparada, no por hacerles el feo, o por no desear conversar con ellas, pero sin duda tenia muchas prioridades y aparte de la antes mencionadas también estaba hablar con el director y contarle su situación.
Última edición por Evil_Marionette el Sáb Ene 24, 2009 5:52 pm, editado 3 veces
Evil_Marionette- Beauteous Marionette
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Mes 1/Día 1
Al fin... sería la primera vez que vería el lugar donde dormiría, el que sería su dormitorio a partir de ahora y fijo durante todo el año... ya se lo podía imaginar, algo pequeño con una cama cómoda y unas cortinas espesas que la dejarían dormir hasta tarde cuando ella quisiese, algo indivudual, como en los que había dormido hasta ahora.
Danieve caminaba con su bolso a cuestas, en él llevaba todo lo que había empacado aquel día que se escapó de su casa... bueno, casi todo lo que había empacado aquel día, la ropa era lo único que había cambiado desde entonces. Rompa que se le había roto y era irreparable, o que tenía manchas que no podía sacarle... incluso pulgas. Ugh, recordó cuando fue a parar a aquel hotel de mala muerte con Korah hacía bastante tiempo, era tan horrible, tan sucio, tan incómodo y asqueroso que no solo las pulgas se le habían subido a la ropa que usó, sino que también recordó como se despertó, con esa horrible cucaracha caminando por su mano.
Agitó la cabeza, pensando que la lluvia tuvo que haberle lavado todos esos recuerdos. Danieve estaba convencida de que quería empezar una nueva vida. Hoy, ahora.
Ahora estaba yendo a un instituto que parecía que no se ahorraba lujos. La comida era buena, el lugar lindo, a excepción de algunas aulas...Las instalaciones eran hermosas para ella, lo que podía tolerar y a lo que se podía acostumbrar. No era el lujo de su casa, para nada. Pero le gustaba el lugar.
Llegó hasta la puerta, cerró los ojos y suspiró. Llevó su mano hasta la puerta y la abrió. Definitivamente, se llevó una sorpresa.
Frente a ella no estaba el cuarto que quería, no estaba lo que se había imaginado. Era un cuarto grande y amplio, con varias camas, uno sillones y una mesa. El color rosa pastel dominaba y la decoración no le gustaba. Para peor, no estaba sola. También, había una televisión. Ah, y ya habían dos chicas más allí.
A ambas las había visto antes, durante el día. Las recordaba porque, al igual que las otras, le habían parecido muy bonitas. La primera chica resaltaba por el cabello rubio claro y esos ojos grandes y verdes, tardó en notar que había estado llorando y que unas lagrimas frescas aún estaban en sus mejillas. Se preocupó ppor ella, pero no sabía que decirle, no la conocía.
En tanto, la otra, tenía cabellos negros y cortos, y unos ojos de color que no sabía muy bien si eran grises o negros. De todas, al menos, por lo que Danieve había notado, eran más o menos de la misma altura, estaba en una de las camas, al parecer la lluvia tambien la habia agarrado a ella, aunque llevaba una chaqueta que, si mal no se equivocaba, era de uno de los chicos.
Al notar que la segunda la estaba mirando, Danieve entró en modo timido.
-Ahm...Ehm... Hola...-dijo tropezando con sus propias palabras.-No sé cuandtas veces lo dije hoy, pe-pero soy... Danieve O'Nash... un gusto-habló haciendo una torpe reverencia.
-Hola.-le respondió la chica en tono suave y con una breve sonrisa, algo sonrojada por el ser vista oliendo aquella chaqueta-Soy Saya Takahashi.-
Danieve asintió y no supo porqué hizo otra reverencia.
-Ehm...¿Cuál es la que no esta ocupada?-musitó sin moverse de su lugar y a penas mirando a Saya. La chica le señaló una y Danieve dio las gracias y empezó a caminar para allá. Quería hacerlo rápido, quería llegar, poner su bolso, desempacar su ropa y ponerla en algún lugar... y volver a salir, estar en cualquier lugar, a solas, o con Korah, pero no quería estar allí, se ponía demasiado nerviosa y cometía errores tontos...
En su carrera "apurada, pero no tanto", pisó mal o se enrredó con sus propios pies y cayó de cara al piso sin poder poner sus manos antes.
-¿Estas bien?- Saya se lo estaba preguntando y estaba cerca de ella, por lo que escuchaba la voz la chica bastante cerca. Por su lado, Danieve, no tenía ganas de levantarse del piso, debía tener la cara dos veces más roja de lo normal y sentía una vergüenza terrible.
-Sísí- alcanzó a decir mientras intentaba incorporarse, le dolía bastante todo el cuerpo
Danieve caminaba con su bolso a cuestas, en él llevaba todo lo que había empacado aquel día que se escapó de su casa... bueno, casi todo lo que había empacado aquel día, la ropa era lo único que había cambiado desde entonces. Rompa que se le había roto y era irreparable, o que tenía manchas que no podía sacarle... incluso pulgas. Ugh, recordó cuando fue a parar a aquel hotel de mala muerte con Korah hacía bastante tiempo, era tan horrible, tan sucio, tan incómodo y asqueroso que no solo las pulgas se le habían subido a la ropa que usó, sino que también recordó como se despertó, con esa horrible cucaracha caminando por su mano.
Agitó la cabeza, pensando que la lluvia tuvo que haberle lavado todos esos recuerdos. Danieve estaba convencida de que quería empezar una nueva vida. Hoy, ahora.
Ahora estaba yendo a un instituto que parecía que no se ahorraba lujos. La comida era buena, el lugar lindo, a excepción de algunas aulas...Las instalaciones eran hermosas para ella, lo que podía tolerar y a lo que se podía acostumbrar. No era el lujo de su casa, para nada. Pero le gustaba el lugar.
Llegó hasta la puerta, cerró los ojos y suspiró. Llevó su mano hasta la puerta y la abrió. Definitivamente, se llevó una sorpresa.
Frente a ella no estaba el cuarto que quería, no estaba lo que se había imaginado. Era un cuarto grande y amplio, con varias camas, uno sillones y una mesa. El color rosa pastel dominaba y la decoración no le gustaba. Para peor, no estaba sola. También, había una televisión. Ah, y ya habían dos chicas más allí.
A ambas las había visto antes, durante el día. Las recordaba porque, al igual que las otras, le habían parecido muy bonitas. La primera chica resaltaba por el cabello rubio claro y esos ojos grandes y verdes, tardó en notar que había estado llorando y que unas lagrimas frescas aún estaban en sus mejillas. Se preocupó ppor ella, pero no sabía que decirle, no la conocía.
En tanto, la otra, tenía cabellos negros y cortos, y unos ojos de color que no sabía muy bien si eran grises o negros. De todas, al menos, por lo que Danieve había notado, eran más o menos de la misma altura, estaba en una de las camas, al parecer la lluvia tambien la habia agarrado a ella, aunque llevaba una chaqueta que, si mal no se equivocaba, era de uno de los chicos.
Al notar que la segunda la estaba mirando, Danieve entró en modo timido.
-Ahm...Ehm... Hola...-dijo tropezando con sus propias palabras.-No sé cuandtas veces lo dije hoy, pe-pero soy... Danieve O'Nash... un gusto-habló haciendo una torpe reverencia.
-Hola.-le respondió la chica en tono suave y con una breve sonrisa, algo sonrojada por el ser vista oliendo aquella chaqueta-Soy Saya Takahashi.-
Danieve asintió y no supo porqué hizo otra reverencia.
-Ehm...¿Cuál es la que no esta ocupada?-musitó sin moverse de su lugar y a penas mirando a Saya. La chica le señaló una y Danieve dio las gracias y empezó a caminar para allá. Quería hacerlo rápido, quería llegar, poner su bolso, desempacar su ropa y ponerla en algún lugar... y volver a salir, estar en cualquier lugar, a solas, o con Korah, pero no quería estar allí, se ponía demasiado nerviosa y cometía errores tontos...
En su carrera "apurada, pero no tanto", pisó mal o se enrredó con sus propios pies y cayó de cara al piso sin poder poner sus manos antes.
-¿Estas bien?- Saya se lo estaba preguntando y estaba cerca de ella, por lo que escuchaba la voz la chica bastante cerca. Por su lado, Danieve, no tenía ganas de levantarse del piso, debía tener la cara dos veces más roja de lo normal y sentía una vergüenza terrible.
-Sísí- alcanzó a decir mientras intentaba incorporarse, le dolía bastante todo el cuerpo
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Frase PJ1: Si no, no sería divertido...
Frase PJ2: P-pero... Lo siento!
Mes 1/Día 1
Hizo lo que Matsu le indicó, con cuidado y casi con una lentitud exagerada. No quería que luego le picase la nariz... y como era torpe en la mayoría de las cosas, Danieve procuraba tener cuidado en esas cosas. Una vez hecho esto, pretendía devolverle el pañuelo a la rubia, pero esta parecía que había entrado en un estado de meditación, por lo que prefirió no interrumpirla.
-Uhm... Gracias de nuevo... Saya.- dijo volviendose a la pelinegra y ebozando una sutil sonrisa.
-No es nada ¿estas mejor?- le preguntó con una breve sonrisa. Danieve asintió.
En aquellos momentos, lo que más deseaba era estar junto a la compañía de Korah. Al menos con él, se sentía segura de que no iba a cometer ninguna torpeza abiertamente, como ahí mismo, cosa que seguramente lo haría si no lograba acostumbrarse a todo allí. Le parecía tan raro todo, tan ajeno a lo que ella conoció alguna vez. Pero debía quedarse ahí, debía hacerlo hasta que aprendiera a manejar bien su poder. Con cuidado se acercó a su bolso y buscó entre tanta ropa bien ordenada, lo que Korah le había comprado para Danieve, sin que ella se lo pidiese: al final pudo alcanzar a ver la empuñadura de la espada y, en los bolsillos de los costados del bolso mismo, dos abanicos normales. Korah le había dicho que le serviria por el momento y que cuando los rompiera, le compraria otros mejores.
Aun así, le faltaba uno más grande y pesado que para transportarlo debía llevarlo en su espalda. Lo iba a traer, pero el de ojos rojos se lo prohibió traer, dijo que él lo iría a buscar más tarde, mientras tanto, lo dejarian guardado en la tienda donde lo compró. Realmente ese tipo de actitudes no entendía de Koala, pues a ella le bastaba con solo aprender a manejar su poder. No quería pelear ni nada. Por eso no quería armas. Aunque él le dijese que eran necesarias.
Alejando las divagaciones de su cabeza, miró a Saya, quien estaba buscando ropa seca para ponerse y con un hilo de voz alcanzó a preguntarle:
-Ehm...etto... Saya ¿Qué te parece el instituto?-Ahora lo único que Danieve esperaba, era que no tuviese que repetir la pregunta por haberla dicho mucho más bajo de lo normal
-Uhm... Gracias de nuevo... Saya.- dijo volviendose a la pelinegra y ebozando una sutil sonrisa.
-No es nada ¿estas mejor?- le preguntó con una breve sonrisa. Danieve asintió.
En aquellos momentos, lo que más deseaba era estar junto a la compañía de Korah. Al menos con él, se sentía segura de que no iba a cometer ninguna torpeza abiertamente, como ahí mismo, cosa que seguramente lo haría si no lograba acostumbrarse a todo allí. Le parecía tan raro todo, tan ajeno a lo que ella conoció alguna vez. Pero debía quedarse ahí, debía hacerlo hasta que aprendiera a manejar bien su poder. Con cuidado se acercó a su bolso y buscó entre tanta ropa bien ordenada, lo que Korah le había comprado para Danieve, sin que ella se lo pidiese: al final pudo alcanzar a ver la empuñadura de la espada y, en los bolsillos de los costados del bolso mismo, dos abanicos normales. Korah le había dicho que le serviria por el momento y que cuando los rompiera, le compraria otros mejores.
Aun así, le faltaba uno más grande y pesado que para transportarlo debía llevarlo en su espalda. Lo iba a traer, pero el de ojos rojos se lo prohibió traer, dijo que él lo iría a buscar más tarde, mientras tanto, lo dejarian guardado en la tienda donde lo compró. Realmente ese tipo de actitudes no entendía de Koala, pues a ella le bastaba con solo aprender a manejar su poder. No quería pelear ni nada. Por eso no quería armas. Aunque él le dijese que eran necesarias.
Alejando las divagaciones de su cabeza, miró a Saya, quien estaba buscando ropa seca para ponerse y con un hilo de voz alcanzó a preguntarle:
-Ehm...etto... Saya ¿Qué te parece el instituto?-Ahora lo único que Danieve esperaba, era que no tuviese que repetir la pregunta por haberla dicho mucho más bajo de lo normal
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Mes 1~Día 1
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La suavidad que regalaron las primeras notas relajaron un poco a las presentes, que se preparaban para explicar lo narrado por Fei y la morena. La mano que mecía suavemente seguía un ritmo con pequeños altibajos en agudos, sin ser demasiado rápido, pero sin duda era la clara representación de la frustración que sentía por no poder averiguar lo que también pasaba, agregando que el par de chicos vil mente los habían corrido de la diversión. La melodía bajo casi en susurro acompañando sus reclamos, así como la voz de Matsu que explicaba.
“Venga no te hagas la fuerte por que sabes que sentiste miedo cuando te dijo que había cosas que era mejor no saber”
-entonces no saben que era lo que pasaba-pregunto la joven hizo la petición de música.
-no, solo sabemos que Isil,Giro, Kaili, Adrik y Mihael aun andan en ello-musito pensativa la joven francesa que paso unos mechones de su cabello tras su oreja.
Inicio nuevamente el mismo tono con el que empezó que era suave, con dulzura que trataba de regalarle caprichosamente a su dueña, pero no tardo mucho en volver a sosegar el sonido a casi un susurro, tratando de imaginar todo lo que podría pasar, o la razón por la que ellos si pudieran quedarse y ella no, no era la clase de momento que debía sentirse como una niña pequeña y caprichosa.
- Espero que estén bien-agrego Saya mirando ala ventana, en la que solo se reflejaba la negrura y las siluetas diversas de las jóvenes en la habitación.
-todo paso tan rápido, el canto seso, así como los lobos callaron, Mihael se tenso y cambio de humor y Aleix le secundo, pareciera que tiene esos cinco, los sentidos muy desarrollados, por que yo no percibí nada- musito la violinista que alargaba sus notas, con los agudos de preocupación latente, los cambios subsecuentes que llevaban a una nota de intriga, como la natural de desacato que mostro durante la mayoría.
-esperemos a que regresen, no deben de estar lejos- expreso mas animada Matsu, aunque a sus adentros no dejaba de recurrir a su visión temiendo un poco por e dueño de esa sangre derramada.
-Las malas noticias siempre son las primeras en llegar-inquirió en voz queda la joven violinista que finalizo tétricamente su melodía, que no podía trasformar alas alegres o suaves que solía tocar, solo destilaban ese estado que todas tenían.
“Ok violinista frustrada, si continuas con esas notas terminaras envenenándote a ti misma”
-Les importa si cambio de melodía-pregunto sin esperar respuesta, ya que alzo el arco, pidiéndole mentalmente a adagio no estar molesto por forzarlo de esa forma.
-Me parece buena idea-respondió Danieve que parecía solo escuchar atenta aun con el, fino pañuelo que le había obsequiado la Francesa.
Lo siguiente que toco fue un poco sorpresivo, no cavilaba ni siquiera a algo que sintiera solo se dejaba llevar por la necesidad de distraerse, los movimientos cambiaron suavemente con un son descubridor pero sin ser sorpresivo, al tiempo que bajo incomprensiblemente, volviendo a su tono original, como si explorara, tintineando a el sonido, donde sus muñecas seguían doblándose con suavidad, titubeando traviesamente, creando un mejor ambiente, que sorpresivamente cambio a unos potentes y muy hábiles trazos que sus manos daban una gala con el arco que producían sonidos excitados, expectantes así como la falta de expresión de la joven. Era como verla entregarse por completo al instante, subiendo estrepitosamente en notas, bajo alargando la nota, volviendo a su hilaridad, al tiempo que Utah volteaba a la puerta.
-alguien viene-
Última edición por Evil_Marionette el Dom Ene 25, 2009 6:48 pm, editado 3 veces (Razón : me comi el nombre de Saya XDD)
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Frase PJ2: No todos los días tienes una segunda oportunidad y menos si es para siempre
Mes 1/Día 1
Danieve había oído aquel relato sobre lo que había pasado y, sinceramente, no entendía muy bien la cuestión, aunque entendía que era algo serio y rozaba un poco más allá de lo peligroso. "Los lobos" eso no lo entendió muuy bien, ¿A quienes se refirieron con eso? ¿Habrá verdaderos lobos en el bosque o fue en referencia a alguien del curso? El tema le parecía bastante intrigante a Danieve, pero prefirió no hacer preguntas. El sonido del violín la consumía por largos momentos y le gustaba, a pesar de que no fuese una melodía del todo alegre, pero sabía apreciar la buena música cuando la tenía frente a ella, literalmente.
Se preguntó si Korah estaba bien, no lo había visto desde el comedor. El señor desapareció de una manera tan rápida y dejó a Danieve sola con el bolso y un mapita de direcciones bastante confuso. Tardó bastante en hallar los dormitorios y más el que le correspondía.
Pero las chicas no hicieron mención de él, así que asumió que estaba bien, seguramente ya estaría en los dormitorios de los chicos haciendo de las suyas.
Suspiró hecha ya un ovillo y con el pañuelo aún en las manos. Tenía que hacer un gran esfuerzo para acostumbrarse a estar tiempo sin él.
Se preguntó si Korah estaba bien, no lo había visto desde el comedor. El señor desapareció de una manera tan rápida y dejó a Danieve sola con el bolso y un mapita de direcciones bastante confuso. Tardó bastante en hallar los dormitorios y más el que le correspondía.
Pero las chicas no hicieron mención de él, así que asumió que estaba bien, seguramente ya estaría en los dormitorios de los chicos haciendo de las suyas.
Suspiró hecha ya un ovillo y con el pañuelo aún en las manos. Tenía que hacer un gran esfuerzo para acostumbrarse a estar tiempo sin él.
Última edición por Yumire el Jue Feb 12, 2009 6:36 am, editado 1 vez
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Re: Dormitorio Chicas
Caminaron por los pasillos del edificio contiguo a los dormitorios con el crepúsculo en lo mas alto del cielo, anunciando el pronto envejecer del día, como el nacimiento de la noche que parecía ansiosa.
Ambos en silencio, uno que no podían romper por curioso que pareciera en Blackwood, no tenia nada que compartir a su compañero, el cual básicamente había arrastrado a acompañarla, eran esos momentos en los que no podía estar sola, por mas que quería, siempre le traían el recuerdo de la vieja Elle ya que ella se encargaba de cuidar de sus tropiezos y malestares, pero ahora solo era una estrella mas que pronto saldría.
De los labios de la pelinegra se empezó a entonar un afectado silbido que llamaron la atención del Vampiro que la miro de reojo, sin saber que decir, tenia tan solo pocos días de conocerla, no era suficiente para poder hacer mas por ella, no le parecía prudente.
Suspiro inconscientemente, recargándose en la pared del pasillo, deteniendo la extraña marcha de los chicos.
-Siento arrastrarte cuando nos conocemos tan poco-musito sin levantar la mirada, ni mucho menos mirarlo a el directamente, la joven pelinegra.
Mas el le sonrió amablemente, esa chica le parecía irreverente e imprudente, también impulsiva, pero también era frágil, como cualquier ser humano, algo que sin duda no olvidaba, la fragilidad.
-Si la vida te da oportunidades, debes aprovecharlas Marion, si la o las personas que te encontraste adentro de esa cámara, te hicieron revivir algo doloroso, que te hacían necesitarlas o bien querer estar con ellas, significa que aun pasas por …
-No es eso…es-pero hubo silencio la chica no prosiguió a sus palabras, y Mihael no la tentó a seguir, no le agrada que se entrometieran en saber de el, ni mucho menos el haría lo contrario.
-Solo vive Marion, intensamente por que no siempre se puede vivir dos veces o ser feliz, por eso recuerda los momentos felices, aférrate a ellos y tráelos de vuelta en cuanto necesites de esas personas-se encamino a la joven que lo miraba con el rostro desencajado, sin saber si seguir hablando o irse de ese lugar, mas el joven la abrazo levemente con un brazo, limpiando sus lagrimas cuidadosamente-ahora nos iremos a dormir y agradeceremos por tener otro día en el que se escribió algo mas en el libro de nuestra vida, entiendes Titiritera-su voz suave y aterciopelada no aturdieron a la joven, solo le robaron una pequeña sonrisa.
-Tenemos muchas cosas por las que levantarnos mañana, ¿no?-pregunto con cierta incertidumbre, pero con un tono en su voz que sorprendieron al Alemán, preguntaba aquello como un niño pobre a sus padres que se desviven por traerle el pan, mas no había semejanza de el en ella. Esa memoria solo se proyectaba en la joven, aun afectado por su encuentro podía figurar muchas cosas.
-Si, mucho esto apenas empieza-alzo mas su sonrisa, acariciando su mejilla-Descansa Marion-
La joven lo miro alejarse, con ese andar tan grácil y elegante, sin inmutarse por nada que pudo pensar si estuviera en sus cabales normales, solo tenia en mente las pocas palabras que le dijo su madre acerca de Daly.
-Tengo que vivir-murmuro caminando hacia su habitación, preguntándose que había sido de sus compañeras, todos habrían tenido aquella experiencia o solo ella huía de esa forma tan ladronesca. Jalo del tirador de su habitación minutos después, observando al joven pelinegro oji ambarino, mirar con una paciencia a la joven, como si atesorara su ser con una índole, como si quisiera guardar ese momento con sumo cuidado, le recordaron las palabras de Schäfer .
“si mucho esto apenas empieza”
Esbozando otra pequeña sonrisa, tratando de aferrarse a la sonrisa de la viejecita de cana al aire, como ella misma se decía.
“Elle te extraño mucho”
-Buenas Noches-inquirió en voz ligera notando el adormecimiento de la pelinegra que se había ausentado mucho antes de que ella saliera del ejercicio, así como los jóvenes que no se despegaban de sus parejas, velando del sueño de sus preciadas jóvenes.
Sus parpados también le pesaban mucho, y sus músculos ya no le respondían correctamente, los días serias mas agotadores conforme pasen las clases, pero era algo que no solo tenia que contar.
Tal vez un mañana mejor le esperaba, además de que aun no iban a buscar trabajo, otra distracción para la morena.
“Mañana tratare de alcanzar a Utah antes de que mas vayamos a desayunar, iremos a buscar un buen trabajo de medio tiempo”
Se dejo llevar por los brazos de morpheo, sin pensar en nada mas si con unas ligeras lagrimas que empezaron a rodar inconscientemente por su rostro
Ambos en silencio, uno que no podían romper por curioso que pareciera en Blackwood, no tenia nada que compartir a su compañero, el cual básicamente había arrastrado a acompañarla, eran esos momentos en los que no podía estar sola, por mas que quería, siempre le traían el recuerdo de la vieja Elle ya que ella se encargaba de cuidar de sus tropiezos y malestares, pero ahora solo era una estrella mas que pronto saldría.
De los labios de la pelinegra se empezó a entonar un afectado silbido que llamaron la atención del Vampiro que la miro de reojo, sin saber que decir, tenia tan solo pocos días de conocerla, no era suficiente para poder hacer mas por ella, no le parecía prudente.
Suspiro inconscientemente, recargándose en la pared del pasillo, deteniendo la extraña marcha de los chicos.
-Siento arrastrarte cuando nos conocemos tan poco-musito sin levantar la mirada, ni mucho menos mirarlo a el directamente, la joven pelinegra.
Mas el le sonrió amablemente, esa chica le parecía irreverente e imprudente, también impulsiva, pero también era frágil, como cualquier ser humano, algo que sin duda no olvidaba, la fragilidad.
-Si la vida te da oportunidades, debes aprovecharlas Marion, si la o las personas que te encontraste adentro de esa cámara, te hicieron revivir algo doloroso, que te hacían necesitarlas o bien querer estar con ellas, significa que aun pasas por …
-No es eso…es-pero hubo silencio la chica no prosiguió a sus palabras, y Mihael no la tentó a seguir, no le agrada que se entrometieran en saber de el, ni mucho menos el haría lo contrario.
-Solo vive Marion, intensamente por que no siempre se puede vivir dos veces o ser feliz, por eso recuerda los momentos felices, aférrate a ellos y tráelos de vuelta en cuanto necesites de esas personas-se encamino a la joven que lo miraba con el rostro desencajado, sin saber si seguir hablando o irse de ese lugar, mas el joven la abrazo levemente con un brazo, limpiando sus lagrimas cuidadosamente-ahora nos iremos a dormir y agradeceremos por tener otro día en el que se escribió algo mas en el libro de nuestra vida, entiendes Titiritera-su voz suave y aterciopelada no aturdieron a la joven, solo le robaron una pequeña sonrisa.
-Tenemos muchas cosas por las que levantarnos mañana, ¿no?-pregunto con cierta incertidumbre, pero con un tono en su voz que sorprendieron al Alemán, preguntaba aquello como un niño pobre a sus padres que se desviven por traerle el pan, mas no había semejanza de el en ella. Esa memoria solo se proyectaba en la joven, aun afectado por su encuentro podía figurar muchas cosas.
-Si, mucho esto apenas empieza-alzo mas su sonrisa, acariciando su mejilla-Descansa Marion-
La joven lo miro alejarse, con ese andar tan grácil y elegante, sin inmutarse por nada que pudo pensar si estuviera en sus cabales normales, solo tenia en mente las pocas palabras que le dijo su madre acerca de Daly.
-Tengo que vivir-murmuro caminando hacia su habitación, preguntándose que había sido de sus compañeras, todos habrían tenido aquella experiencia o solo ella huía de esa forma tan ladronesca. Jalo del tirador de su habitación minutos después, observando al joven pelinegro oji ambarino, mirar con una paciencia a la joven, como si atesorara su ser con una índole, como si quisiera guardar ese momento con sumo cuidado, le recordaron las palabras de Schäfer .
“si mucho esto apenas empieza”
Esbozando otra pequeña sonrisa, tratando de aferrarse a la sonrisa de la viejecita de cana al aire, como ella misma se decía.
“Elle te extraño mucho”
-Buenas Noches-inquirió en voz ligera notando el adormecimiento de la pelinegra que se había ausentado mucho antes de que ella saliera del ejercicio, así como los jóvenes que no se despegaban de sus parejas, velando del sueño de sus preciadas jóvenes.
Sus parpados también le pesaban mucho, y sus músculos ya no le respondían correctamente, los días serias mas agotadores conforme pasen las clases, pero era algo que no solo tenia que contar.
Tal vez un mañana mejor le esperaba, además de que aun no iban a buscar trabajo, otra distracción para la morena.
“Mañana tratare de alcanzar a Utah antes de que mas vayamos a desayunar, iremos a buscar un buen trabajo de medio tiempo”
Se dejo llevar por los brazos de morpheo, sin pensar en nada mas si con unas ligeras lagrimas que empezaron a rodar inconscientemente por su rostro
Evil_Marionette- Beauteous Marionette
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Humor : lalala*
Fecha de inscripción : 27/12/2008
Hoja de personaje
Frase PJ1: No vine aqui a enamorarme sino a salvar mi vida
Frase PJ2: No todos los días tienes una segunda oportunidad y menos si es para siempre
Re: Dormitorio Chicas
Caí de inmediato en los brazos de Morpheo esa noche, el cansancio físico y emocional era demasiado, como para un me quedara a analizarla, simplemente era insano.
Fue entonces que nuevamente a oscuridad se apodero del mí alrededor. Al parpadear estaba en los alrededores de la escuela, justo en los bosques aledaños, todo estaba en penumbra mas no un una completa, no como la habitación que nos mostro el doctor Muerte.
Camine esta vez con cuidado, no quería tropezar como el día anterior, cuando me tope con el evil Boy, ahora que lo pensaba parecía mas un muñeco que un chico, sonreí ante ese pensamiento, sujetándome de la corteza de un
árbol para buscar el lago o bien alguna señal que me dijera que ya estaba cercas de casa.
Mas lo único que percibí fue el lejano sonido del arco que rasgaba con benevolencia las cuerdas de un violín,
tal vez Adagio había cobrado vida y me guiaba. Seguí el trémulo sonido que me dijera a donde ir. La melodía era realmente hermosa, pero cargado de una gran tristeza.
NO tenía pensado detenerme, pero finalmente había encontrado la entrada del Hajime. Hale del barandal que le protegía, mas no se movió, añadiendo que no se encontraba cercas el portero.
La necesidad por cruzar el umbral empezaba a llenarme, tenía que encontrar a ese violinista, debía entrar a mi nuevo hogar. Busque alguna forma, era mas que obvio que unos simples barrotes no me detendrían, por lo que mire en busca de algo y para clara sorpresa mía, ahí se encontraba una enredadera que guiaba por toda la pared de la ala sur, planta que yo usaría como soporte para llegar a la sima,-dos saltos y arriba- por lo que ale la
planta mas fuerte, impulsándome a la siguiente guía, para quedar en la sima.
Mi corazón palpitaba con demasiada excitación y la premura por llegar empezaba a asfixiarme, di un limpio salto y caí justo en el camino de rocas mismo que me había llevado al instituto por primera vez.
El viento empezó a soplar gélidamente, moviendo mi cabello hacia el frente, jalándome hacia el violín que sonaba mas excitado, me detuve al escuchar un grito que me helaron la sangre, así como un dolor en mi interior espertó, angustiándome por no ver lo que quería.
Busque con la mirada, pero solo encontré a un grupo de gente que miraba hacia el asta de la cual nunca pendía una bandera, mas en ese momento encontré mi respuesta, al bajar la mirada al frente encontré al misterioso violinista que mas bien parecía un catrín, con aquel tuxedo y sombrero de copa, finalizando su extraño cuadro con un hermoso antifaz.
-¡¡No lo hagas!! Marion detente- escuche un grito roto de una voz conocida recientemente, que captaron mi tención al toparme con los dorados ojos que estaban desencajados, era el alemán en el que antes había pensado, seguida de el estaba Utah la chica a quien fue la primera en trata, así como seis figuras mas que no estaba segura si eran mis compañeros o alguien mas, gracias a la maldita oscuridad no distinguía.
-¡Hey!-estoy aquí-inquirí olvidándome del violinista quien había dibujado una escalofriante sonrisa en su rostro.
-Bufón- musite caminando al ojos de oro, que parecía no oírme-Schäfer aquí estoy-intente tocar su hombro pero mi mano traspaso su cuerpo, causándome una horrible sensación y ninguna en el, algo sin duda no estaba bien.
Lavcarcajada del violinista resonó en mis oídos, al ver que mis intentos por llamar su atención eran en vano.
Envié una mirada envenenada al Tuxedo, pero fue callado por el grito de una de las chicas que veía al norte donde yo estaba.
-Damn it!- retrocedí unos cuantos pasos para buscarme en la sima, no tenia los ojos de Mihael. Mas no necesite mucho espacio para verla, esa chica con delicado vestido blanco,con figura similar ala mía,-Primera odio los estidos blancos, obvio no soy yo-con un cabello también de noche, justo como lo tenia antes de entrar al
instituto, hasta los muslos, asustadme ante la similitud. Algo que sin duda odio de los sueños o pesadillas que por mas ilógicos que estén los elementos, sigues la película absurda, mire como se acercaba intencionalmente al filo,
estremeciéndome ante la posibilidad;
-¡No lo hagas!-grite, no era mas consiente de mis movimientos mi rostro se endureció, y la urgencia por correr a por ella me invadió, las personas que me rodeaban se empezaron a desvanecer, había captado la atención de la suicida momentáneamente, sus ojos se fijaron fugazmente en mi, diciéndome entre líneas el tirarse-No lo permitiré-
Mi cuerpo se desplazo a veloces zancadas, intentando llegar al edificio el cual irrumpí cruzando con el catrín quien no dejaba de mofarse tanto con el violín como con su estrepitosa carcajada, que más que risa parecía cacareo. Justo cuando avance al primer espacio, las cosas se empezaron a distorsionar, y el edificio a cambiar, las paredes se rasgaban o se teñían avejentadas, la mayoría de las puertas de los salones adjuntos desaparecían, arcándome el único camino a unas escaleras en espiral, metálicas y oxidadas, las cuales se extendían mas haya de mi visión, seguro ya estaba alucinada. Di el primer paso hacia la sima, tambaleándome ligeramente ante la vibración gracias al pésimo balance que tenia.
Mis pasos no se detuvieron, mi corazón latía desbocado y cada paso que daba, sentía que la escalera se alejaba. El dolor que infundían las notas del violín tan agudas y lentas, evocaban una mala imagen en mis pensamientos, desesperando me de sobre manera, causando un esfuerzo mayor,-siempre había contado con una excelente condición física,-soy hiperactiva es difícil que se me acabe la pila- pero en estos momentos sentí mis piernas engarrotadas, en el momento que detuve mi andar para llenar mis pulmones de aire, entre jadeos , mire el resto del camino, unos pisos mas, al parecer mi fuerza de voluntad vencía al factor exagera miento de cosas, o bien mi mente empezaba a ver las cosas con mas claridad.
-Maldito violista-maldije al tipo del sombrero de copa, así como a mí misma por ser sensible y manipulable al sonido de esas cuerdas. Di un salto grácil ignorando mi cansancio, subiendo de de dos en dos los escalones. Después de unos minutos hale del tirador al tiempo que salía al exterior con abrupto llamando la atención de la joven.
Ahora que la tenia frente a mi, era realmente distinta, sus ojos si eran bicolor pero el orden era diferente , primero era la trémula noche y depuse el resplandor cielo que iluminaba, sus facciones eran realmente exquisitas, tanto que parecía una muñeca de porcelana , solo que rota ante ese amago destrozado que portaba en su rostro.
Sonrió rompiendo algo en mi interior, al tiempo que se dejaba caer al vacio y por más que quise detenerla su cuerpo ya estaba lejos de mi alcance.
Mire al vacio, justo donde ella antes se paro. No había ni un cuerpo en el suelo, ni rastro de su caída, aun mas misterioso ninguno de mis compañeros estaba mirando en mi dirección además que el hermoso sonido del violinista del mal se perdía entre el rose del viento con las cosas, solo como un chiflido que se iba alejando lentamente, como un vestigio.
-¿No es tentador ese filo?-escuche a mi espalda una musical voz que me hizo virar y bajar del filo de un movimiento-es como nuestras vidas, siempre al borde…
Acaso ella era la chica que se parecía a mi mas en realidad yo a su lado parecía una vulgar y silvestre chica.
-¿Quien eres?- mi voz sonó monótona y tonta a comparación de lo agraciada de ella, sonrió encaminándose hacia mi.
-yo- me miro divertida-soy tu-expreso con un juego de palabras o eso me imagine mas ignore negando.
-No es verdad-rebatí como una niña chiquita-¿Quién eres?-volvía repetir mi pregunta, irritando me,-no soy la clásica chicas con paciencia-ella parecía divertida o bien me tomaba como su payasita.
Aunque no entendía mi afán por saber quien era, solo por su apariencia o por alguien mas…
-La respuesta esta aquí-señalo mi corazón, empujándome con el dedo indica.”
Se levanto de golpe la joven empapada en sudor frio, justo a mitad de la noche que permanecía tan serena sin ningún bullicio, todas descansaban apaciblemente.
Miro sus manos que aun temblaban, sin poderse explicar nada de lo anterior.
-¿Qué significo todo eso?-musito dejándose caer en la cama, cubriendo parcialmente su rostro con su ante brazo, tratando de poner en blanco su mente, sin darle vueltas a los ejercicios del día anterior o el extraño sueño, no quería empezar su día con una cara larga, sin duda era algo que detestaba, pero aun estaba latente la duda, si volvía a cerrar los ojos ¿vería de nuevo a la chica similar a ella?....
Fue entonces que nuevamente a oscuridad se apodero del mí alrededor. Al parpadear estaba en los alrededores de la escuela, justo en los bosques aledaños, todo estaba en penumbra mas no un una completa, no como la habitación que nos mostro el doctor Muerte.
Camine esta vez con cuidado, no quería tropezar como el día anterior, cuando me tope con el evil Boy, ahora que lo pensaba parecía mas un muñeco que un chico, sonreí ante ese pensamiento, sujetándome de la corteza de un
árbol para buscar el lago o bien alguna señal que me dijera que ya estaba cercas de casa.
Mas lo único que percibí fue el lejano sonido del arco que rasgaba con benevolencia las cuerdas de un violín,
tal vez Adagio había cobrado vida y me guiaba. Seguí el trémulo sonido que me dijera a donde ir. La melodía era realmente hermosa, pero cargado de una gran tristeza.
NO tenía pensado detenerme, pero finalmente había encontrado la entrada del Hajime. Hale del barandal que le protegía, mas no se movió, añadiendo que no se encontraba cercas el portero.
La necesidad por cruzar el umbral empezaba a llenarme, tenía que encontrar a ese violinista, debía entrar a mi nuevo hogar. Busque alguna forma, era mas que obvio que unos simples barrotes no me detendrían, por lo que mire en busca de algo y para clara sorpresa mía, ahí se encontraba una enredadera que guiaba por toda la pared de la ala sur, planta que yo usaría como soporte para llegar a la sima,-dos saltos y arriba- por lo que ale la
planta mas fuerte, impulsándome a la siguiente guía, para quedar en la sima.
Mi corazón palpitaba con demasiada excitación y la premura por llegar empezaba a asfixiarme, di un limpio salto y caí justo en el camino de rocas mismo que me había llevado al instituto por primera vez.
El viento empezó a soplar gélidamente, moviendo mi cabello hacia el frente, jalándome hacia el violín que sonaba mas excitado, me detuve al escuchar un grito que me helaron la sangre, así como un dolor en mi interior espertó, angustiándome por no ver lo que quería.
Busque con la mirada, pero solo encontré a un grupo de gente que miraba hacia el asta de la cual nunca pendía una bandera, mas en ese momento encontré mi respuesta, al bajar la mirada al frente encontré al misterioso violinista que mas bien parecía un catrín, con aquel tuxedo y sombrero de copa, finalizando su extraño cuadro con un hermoso antifaz.
-¡¡No lo hagas!! Marion detente- escuche un grito roto de una voz conocida recientemente, que captaron mi tención al toparme con los dorados ojos que estaban desencajados, era el alemán en el que antes había pensado, seguida de el estaba Utah la chica a quien fue la primera en trata, así como seis figuras mas que no estaba segura si eran mis compañeros o alguien mas, gracias a la maldita oscuridad no distinguía.
-¡Hey!-estoy aquí-inquirí olvidándome del violinista quien había dibujado una escalofriante sonrisa en su rostro.
-Bufón- musite caminando al ojos de oro, que parecía no oírme-Schäfer aquí estoy-intente tocar su hombro pero mi mano traspaso su cuerpo, causándome una horrible sensación y ninguna en el, algo sin duda no estaba bien.
Lavcarcajada del violinista resonó en mis oídos, al ver que mis intentos por llamar su atención eran en vano.
Envié una mirada envenenada al Tuxedo, pero fue callado por el grito de una de las chicas que veía al norte donde yo estaba.
-Damn it!- retrocedí unos cuantos pasos para buscarme en la sima, no tenia los ojos de Mihael. Mas no necesite mucho espacio para verla, esa chica con delicado vestido blanco,con figura similar ala mía,-Primera odio los estidos blancos, obvio no soy yo-con un cabello también de noche, justo como lo tenia antes de entrar al
instituto, hasta los muslos, asustadme ante la similitud. Algo que sin duda odio de los sueños o pesadillas que por mas ilógicos que estén los elementos, sigues la película absurda, mire como se acercaba intencionalmente al filo,
estremeciéndome ante la posibilidad;
-¡No lo hagas!-grite, no era mas consiente de mis movimientos mi rostro se endureció, y la urgencia por correr a por ella me invadió, las personas que me rodeaban se empezaron a desvanecer, había captado la atención de la suicida momentáneamente, sus ojos se fijaron fugazmente en mi, diciéndome entre líneas el tirarse-No lo permitiré-
Mi cuerpo se desplazo a veloces zancadas, intentando llegar al edificio el cual irrumpí cruzando con el catrín quien no dejaba de mofarse tanto con el violín como con su estrepitosa carcajada, que más que risa parecía cacareo. Justo cuando avance al primer espacio, las cosas se empezaron a distorsionar, y el edificio a cambiar, las paredes se rasgaban o se teñían avejentadas, la mayoría de las puertas de los salones adjuntos desaparecían, arcándome el único camino a unas escaleras en espiral, metálicas y oxidadas, las cuales se extendían mas haya de mi visión, seguro ya estaba alucinada. Di el primer paso hacia la sima, tambaleándome ligeramente ante la vibración gracias al pésimo balance que tenia.
Mis pasos no se detuvieron, mi corazón latía desbocado y cada paso que daba, sentía que la escalera se alejaba. El dolor que infundían las notas del violín tan agudas y lentas, evocaban una mala imagen en mis pensamientos, desesperando me de sobre manera, causando un esfuerzo mayor,-siempre había contado con una excelente condición física,-soy hiperactiva es difícil que se me acabe la pila- pero en estos momentos sentí mis piernas engarrotadas, en el momento que detuve mi andar para llenar mis pulmones de aire, entre jadeos , mire el resto del camino, unos pisos mas, al parecer mi fuerza de voluntad vencía al factor exagera miento de cosas, o bien mi mente empezaba a ver las cosas con mas claridad.
-Maldito violista-maldije al tipo del sombrero de copa, así como a mí misma por ser sensible y manipulable al sonido de esas cuerdas. Di un salto grácil ignorando mi cansancio, subiendo de de dos en dos los escalones. Después de unos minutos hale del tirador al tiempo que salía al exterior con abrupto llamando la atención de la joven.
Ahora que la tenia frente a mi, era realmente distinta, sus ojos si eran bicolor pero el orden era diferente , primero era la trémula noche y depuse el resplandor cielo que iluminaba, sus facciones eran realmente exquisitas, tanto que parecía una muñeca de porcelana , solo que rota ante ese amago destrozado que portaba en su rostro.
Sonrió rompiendo algo en mi interior, al tiempo que se dejaba caer al vacio y por más que quise detenerla su cuerpo ya estaba lejos de mi alcance.
Mire al vacio, justo donde ella antes se paro. No había ni un cuerpo en el suelo, ni rastro de su caída, aun mas misterioso ninguno de mis compañeros estaba mirando en mi dirección además que el hermoso sonido del violinista del mal se perdía entre el rose del viento con las cosas, solo como un chiflido que se iba alejando lentamente, como un vestigio.
-¿No es tentador ese filo?-escuche a mi espalda una musical voz que me hizo virar y bajar del filo de un movimiento-es como nuestras vidas, siempre al borde…
Acaso ella era la chica que se parecía a mi mas en realidad yo a su lado parecía una vulgar y silvestre chica.
-¿Quien eres?- mi voz sonó monótona y tonta a comparación de lo agraciada de ella, sonrió encaminándose hacia mi.
-yo- me miro divertida-soy tu-expreso con un juego de palabras o eso me imagine mas ignore negando.
-No es verdad-rebatí como una niña chiquita-¿Quién eres?-volvía repetir mi pregunta, irritando me,-no soy la clásica chicas con paciencia-ella parecía divertida o bien me tomaba como su payasita.
Aunque no entendía mi afán por saber quien era, solo por su apariencia o por alguien mas…
-La respuesta esta aquí-señalo mi corazón, empujándome con el dedo indica.”
Se levanto de golpe la joven empapada en sudor frio, justo a mitad de la noche que permanecía tan serena sin ningún bullicio, todas descansaban apaciblemente.
Miro sus manos que aun temblaban, sin poderse explicar nada de lo anterior.
-¿Qué significo todo eso?-musito dejándose caer en la cama, cubriendo parcialmente su rostro con su ante brazo, tratando de poner en blanco su mente, sin darle vueltas a los ejercicios del día anterior o el extraño sueño, no quería empezar su día con una cara larga, sin duda era algo que detestaba, pero aun estaba latente la duda, si volvía a cerrar los ojos ¿vería de nuevo a la chica similar a ella?....
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Frase PJ1: No vine aqui a enamorarme sino a salvar mi vida
Frase PJ2: No todos los días tienes una segunda oportunidad y menos si es para siempre
Re: Dormitorio Chicas
[escrito por Mizu]
- Gracias por traerme hasta aquí.- le agradecio Beck a Korah, acompañando sus palabras con una pequeña sonrisa, que el vampiro correspondio.
- De nada- resppondió el chico, con tono amigable, entregandolé sus maletas a Beck.
La chica las tomó entre manos, con cierto pesar. Todavía no se sentía del todo preparada para conocer a sus nuevos compañeros; en sus diecisiete años de vida, había tenido poco trato con otras personas, haciendo que se sintiera algo cohibida
rodeada de gente. Sin embargo, trató de no mostrarlo ante Korah, por quien se sentía agradecida por haberla traído hasta el lugar. Había disfrutado de la compañia de chico.
Una voz aguda la sacó de sus pensamientos, ladeó la cabeza, fijando su vista en el origen del sonido. Sus ojos dieron con una chica de cabellos castaños y ojos
naranjas, dirigiendosé hacia ellos.
La albina observó como Danieve saludaba al vampiro con un gesto de la mano, y una sonrisa, para despúes hablarle de algo que no llego a escuchar. Segundos más
tarde, se dirigio a ella con cierta timidez.
- Soy Danieve O´Nash, un gusto. - pronunció, extendiendo su mano hacia la otra chica.
-Rebeca Laconi, igualmente.- respondió, estrechandó la mano de la castaña, con delicadeza. - ¿Entramos?.- propusó, sosteniedo sus maletas. Danieve asintió, abriendo la boca para decir algo más, de no ser porque fue interrumpida por Korah.
- Danieve, despúes sal, tengo algo que decirte. - exclamó el vampiro, la castaña lo miró interrogante, pero asintió con seguridad. Despúes de que Beck y Korah se despidieron con un "Buenas Noches", las dos chicas entraron al Dormitorio. Y entonces, la albina lo vío.
Sus ojos, más grandes de lo normal, y su labio, levemente abierto,junto a su expresión de desconcierto, dejaba en obviedad su asombro. Casi miedo. Jamás, NUNCA, había visto una criatura "mágica", menos un Licantropo. Sabía que en aquel lugar había criaturas de aquel tipo, pero había guardado la esperanza de encontrarlas en una situación menos incomoda, no en lo que sería su habitación.
O tal vez, simplemente no había querido aceptarlo, y ahora, la realidad le había dado un golpe duro. Tardó un poco en procesar esa información, pero cuando lo hizo, recordó las palabras de Korah. ¿A eso se había referido con su pregunta sobre los Vampiros y Hombres Lobos?, ¿también habia vampiros en el colegio?.
"Dios, Beck, no es momento de temer ahora. Parecés una idiota con esa expresión..." - pensó, frunciendo el ceño levemente. ¿Y ahora que le podía decir a aquel Licantropo y la chica que estaba a su lado?.
-Yo...- murmurró, por primera vez, poco segura de que decir. -... siento si los interrumpi, solo venía a dejar mis maletas. - terminó, señalando con la mano su equipaje.
No espero una respuesta, tomó sus bolsos, y buscó un lugar donde dejarlos, mientrás pensaba en lo que acababa de ver.
- Gracias por traerme hasta aquí.- le agradecio Beck a Korah, acompañando sus palabras con una pequeña sonrisa, que el vampiro correspondio.
- De nada- resppondió el chico, con tono amigable, entregandolé sus maletas a Beck.
La chica las tomó entre manos, con cierto pesar. Todavía no se sentía del todo preparada para conocer a sus nuevos compañeros; en sus diecisiete años de vida, había tenido poco trato con otras personas, haciendo que se sintiera algo cohibida
rodeada de gente. Sin embargo, trató de no mostrarlo ante Korah, por quien se sentía agradecida por haberla traído hasta el lugar. Había disfrutado de la compañia de chico.
Una voz aguda la sacó de sus pensamientos, ladeó la cabeza, fijando su vista en el origen del sonido. Sus ojos dieron con una chica de cabellos castaños y ojos
naranjas, dirigiendosé hacia ellos.
La albina observó como Danieve saludaba al vampiro con un gesto de la mano, y una sonrisa, para despúes hablarle de algo que no llego a escuchar. Segundos más
tarde, se dirigio a ella con cierta timidez.
- Soy Danieve O´Nash, un gusto. - pronunció, extendiendo su mano hacia la otra chica.
-Rebeca Laconi, igualmente.- respondió, estrechandó la mano de la castaña, con delicadeza. - ¿Entramos?.- propusó, sosteniedo sus maletas. Danieve asintió, abriendo la boca para decir algo más, de no ser porque fue interrumpida por Korah.
- Danieve, despúes sal, tengo algo que decirte. - exclamó el vampiro, la castaña lo miró interrogante, pero asintió con seguridad. Despúes de que Beck y Korah se despidieron con un "Buenas Noches", las dos chicas entraron al Dormitorio. Y entonces, la albina lo vío.
Sus ojos, más grandes de lo normal, y su labio, levemente abierto,junto a su expresión de desconcierto, dejaba en obviedad su asombro. Casi miedo. Jamás, NUNCA, había visto una criatura "mágica", menos un Licantropo. Sabía que en aquel lugar había criaturas de aquel tipo, pero había guardado la esperanza de encontrarlas en una situación menos incomoda, no en lo que sería su habitación.
O tal vez, simplemente no había querido aceptarlo, y ahora, la realidad le había dado un golpe duro. Tardó un poco en procesar esa información, pero cuando lo hizo, recordó las palabras de Korah. ¿A eso se había referido con su pregunta sobre los Vampiros y Hombres Lobos?, ¿también habia vampiros en el colegio?.
"Dios, Beck, no es momento de temer ahora. Parecés una idiota con esa expresión..." - pensó, frunciendo el ceño levemente. ¿Y ahora que le podía decir a aquel Licantropo y la chica que estaba a su lado?.
-Yo...- murmurró, por primera vez, poco segura de que decir. -... siento si los interrumpi, solo venía a dejar mis maletas. - terminó, señalando con la mano su equipaje.
No espero una respuesta, tomó sus bolsos, y buscó un lugar donde dejarlos, mientrás pensaba en lo que acababa de ver.
Última edición por Yumire el Dom Mar 22, 2009 2:26 pm, editado 3 veces
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Frase PJ1: Si no, no sería divertido...
Frase PJ2: P-pero... Lo siento!
Re: Dormitorio Chicas
Danieve observó la expresión de sorpresa en el rosro de la chica Lanconi. Hubiese sonreido tremulamente de no haberse enterado de eso mismo horas antes. Quizá le hubiese dedicado algunas palabras de ánimo para calmarla, pero no tenía la suficiente confianza para hacerlo. Quería soltarle un "Si fuesen malos, ya me habrían matado...No hay nada que temer." y dedicarle una sonrisa tranquila. Pero no se sentía muy segura de hacerlo o no. Así que simplemente, le dio su espacio para que asimilase las cosas.
Algo perturbada aún por la imagen de licantropica de Giro, fue hasta su cama, buscó entre sus cosas el pijama, un conjunto celeste blanquecino que consistía en unas bermudas y una musculosa con infantiles bordados en las puntas. Fue al baño porque, ni loca se cambiaría estando en presencia de dos hombres,menos si uno de ellos es
un hombre lobo y el otro... una persona muy aterradora. Tardó poco tiempo en cambiarse, también aprovecó a soltarse el cabello y cepillarse los dientes. Volvió y guardó todo en su lugar correspondiente, vioque la chica nueva ya se había acomodado una cama libre y por un momento cruzaron sus miradas. Danieve atinó a sonreír
timidamente, muy timidamente. Luego, siendo bastante rápida, salió al pasillo donde allí estaba Korah esperandola. En un silencio, ambos se sonrieron vaciamente.
-¿No quieres entrar? Mira que hay dos allí dentro, parece que pasaran la noche allí a pesar de las reglas...
-No, gracias...-se negó tomándola de la muñeca y llevandola varios pasos lejos de aquella puerta. Una vez hecho esto, Korah clavó su mirada en ella-¿Cómo estas?
-Bien, ¿Por?-preguntó algo extrañada
-No te enteras todos los días que los humanos no son la única raza inteligente que camina por el mundo.-señaló él, haciendo que la castaña se divirtiera un poco
-¿A que se debe esa preocupación?-inquirió- Pensé que eso no te importaba
-Si me importa.-afirmó él mirandola firmemente a los ojos. Danieve se revolvió un poco en su lugar y desde su lugar levantó la mirada naranja
-¿Qué va a cambiar? Puede que me asuste saberlo y quizá estaría mejor sin saberlo... pero no cambia mucho la situación. Estuvimos un año más, un año menos, juntos, recorriendo las calles... supongo que si realemente hubieses querido matarme, ya lo habrías hecho, tuviste oportunidades de sobra.... Pero aún así, no lo hiciste. Y eso es algo que cuenta, a final de todo ¿No te parece?
Korah la miró, evaluándola, luego no pudo evitar sonreír mostrando su blanca dentadura, en la que resaltaban sus colmillos. Puso una mano en la cabeza de la castaña y le desordenó el cabello tiernamente.
-Supongo que tienes razón
-¿Supones?-abrió los ojos y lo miró frunciendo el ceño
Korah no le dijo nada y hubo silencio por un momento. Danieve tenía ganas de hacerle una pregunta, pero dudaba.
-¿Qué pasa?-preguntó el vampiro clavando la vista en la chica
-Pensaba en que... uhm... ¿Qué viste en la clase de Fausto?-preguntó
Korah se mantuvo callado, sin responderle.
-Tiene que ver algo con la foto que llevas ahí?-le señaló el colgante que probablemente estaría bajo la ropa. Korah la miró con el ceño fruncido.
-Así que pudiste verla ¿Cuándo?-dijo algo receloso, con un tono frío que no solía usar con Danieve. Ésta se encogió en el lugar
-Hace mucho... no lo recuerdo,pero sé que lo vi...
-¿Aún así no te diste cuenta de que era un vampiro? -incredulo
-No... pensé que eran una de esas fotos decorativas...mi madre vistió a mucha gente, a familias que querían sacarse fotos de época.
Korah suspiró incredulamente y rió. Pronunció algo de que el mundo le estaban facilitando cada vez más la cosas y luego miró a Danieve con una tranquilidad resignada.
-Mi madre, mi padre y mi hermana menor...-comentó con suavidad el vampiro- Eso es lo que vi en el túnel.
Danieve abrió los ojos y la boca levemente, intentó decir algo, pero no se le ocurrió qué decir. El peliplateado la miró apreciando el intento y le puso una mano en la cabeza desordenandole el cabello suelto con mayor facilidad que cuando lo llevaba atado.
-Esta bien, esta bien. No necesito que digas nada. Ellos... eran vampiros, como yo.-explicó-Murieron en un incendio hace muchos años, bastantes...
-Oh... ¿Eso... es posible?-
-Una familia de vampiros?-inquirió, Danieve asintió. Y Korah... bueno, él dudó un poco ¿Era posible ser vampiro de nacimiento o no? Él no recordaba nada acerca de eso. Simplemente, él había asumido que era algo normal. Nunca se molestó en investigar sobre ello, simplemente intentó sobrevivir a los años, a la culpa y a sus poderes. Supuso que no era bueno hablarle sobre eso en aquel momento a Danieve por lo que le respondió- No todo es como los humanos escriben sobre los vampiros.
Danieve pareció reflexionar unos momentos y luego asintió.
-Lo lamento mucho...-dijo luego
-Fue hace bastante. No te preocupes.
Hubo un silencio pronunciado. Parecía que nada más iban a decirse por el momento. Danieve sonrió y estaba por pronunciar un buenas noches al que Korah seguramente iba a responder con un igualmente, descansa. Esto sucedió sin problemas pero antes de que Korah emprendiese el camino a los drmitorios de los chicos, el vampiro se volvió a ella y agregó algo que por alguna razón molestó a la pequeña chica.
-¿Cómo se lo tomó Beck... el ver a Giro en su forma... salvaje?
-...No muy distinto a como yo me lo tomé la primera vez que los vi... aunque te tenía a tí para que me lo explicaras y como pareció algo normal ver a un licantropo a los demás... yo no dije nada...
Korah sonrió y reiteró el que descanses, y se marchó tranquilamente, dejando a una Danieve quizá un poquito celosa... solo que ella no sabía que lo estaba. La pequeña bufó ahogadamente en medio del pasillo y volvió al dormitorio directamente a acostarse. Ni siquiera se detuvo a pensar en que allí en la misma habitación se encontraba un hombre lobo y un demonio. Sólo se acostó y cerró fuertemente los ojos esperando dormirse.
Algo perturbada aún por la imagen de licantropica de Giro, fue hasta su cama, buscó entre sus cosas el pijama, un conjunto celeste blanquecino que consistía en unas bermudas y una musculosa con infantiles bordados en las puntas. Fue al baño porque, ni loca se cambiaría estando en presencia de dos hombres,menos si uno de ellos es
un hombre lobo y el otro... una persona muy aterradora. Tardó poco tiempo en cambiarse, también aprovecó a soltarse el cabello y cepillarse los dientes. Volvió y guardó todo en su lugar correspondiente, vioque la chica nueva ya se había acomodado una cama libre y por un momento cruzaron sus miradas. Danieve atinó a sonreír
timidamente, muy timidamente. Luego, siendo bastante rápida, salió al pasillo donde allí estaba Korah esperandola. En un silencio, ambos se sonrieron vaciamente.
-¿No quieres entrar? Mira que hay dos allí dentro, parece que pasaran la noche allí a pesar de las reglas...
-No, gracias...-se negó tomándola de la muñeca y llevandola varios pasos lejos de aquella puerta. Una vez hecho esto, Korah clavó su mirada en ella-¿Cómo estas?
-Bien, ¿Por?-preguntó algo extrañada
-No te enteras todos los días que los humanos no son la única raza inteligente que camina por el mundo.-señaló él, haciendo que la castaña se divirtiera un poco
-¿A que se debe esa preocupación?-inquirió- Pensé que eso no te importaba
-Si me importa.-afirmó él mirandola firmemente a los ojos. Danieve se revolvió un poco en su lugar y desde su lugar levantó la mirada naranja
-¿Qué va a cambiar? Puede que me asuste saberlo y quizá estaría mejor sin saberlo... pero no cambia mucho la situación. Estuvimos un año más, un año menos, juntos, recorriendo las calles... supongo que si realemente hubieses querido matarme, ya lo habrías hecho, tuviste oportunidades de sobra.... Pero aún así, no lo hiciste. Y eso es algo que cuenta, a final de todo ¿No te parece?
Korah la miró, evaluándola, luego no pudo evitar sonreír mostrando su blanca dentadura, en la que resaltaban sus colmillos. Puso una mano en la cabeza de la castaña y le desordenó el cabello tiernamente.
-Supongo que tienes razón
-¿Supones?-abrió los ojos y lo miró frunciendo el ceño
Korah no le dijo nada y hubo silencio por un momento. Danieve tenía ganas de hacerle una pregunta, pero dudaba.
-¿Qué pasa?-preguntó el vampiro clavando la vista en la chica
-Pensaba en que... uhm... ¿Qué viste en la clase de Fausto?-preguntó
Korah se mantuvo callado, sin responderle.
-Tiene que ver algo con la foto que llevas ahí?-le señaló el colgante que probablemente estaría bajo la ropa. Korah la miró con el ceño fruncido.
-Así que pudiste verla ¿Cuándo?-dijo algo receloso, con un tono frío que no solía usar con Danieve. Ésta se encogió en el lugar
-Hace mucho... no lo recuerdo,pero sé que lo vi...
-¿Aún así no te diste cuenta de que era un vampiro? -incredulo
-No... pensé que eran una de esas fotos decorativas...mi madre vistió a mucha gente, a familias que querían sacarse fotos de época.
Korah suspiró incredulamente y rió. Pronunció algo de que el mundo le estaban facilitando cada vez más la cosas y luego miró a Danieve con una tranquilidad resignada.
-Mi madre, mi padre y mi hermana menor...-comentó con suavidad el vampiro- Eso es lo que vi en el túnel.
Danieve abrió los ojos y la boca levemente, intentó decir algo, pero no se le ocurrió qué decir. El peliplateado la miró apreciando el intento y le puso una mano en la cabeza desordenandole el cabello suelto con mayor facilidad que cuando lo llevaba atado.
-Esta bien, esta bien. No necesito que digas nada. Ellos... eran vampiros, como yo.-explicó-Murieron en un incendio hace muchos años, bastantes...
-Oh... ¿Eso... es posible?-
-Una familia de vampiros?-inquirió, Danieve asintió. Y Korah... bueno, él dudó un poco ¿Era posible ser vampiro de nacimiento o no? Él no recordaba nada acerca de eso. Simplemente, él había asumido que era algo normal. Nunca se molestó en investigar sobre ello, simplemente intentó sobrevivir a los años, a la culpa y a sus poderes. Supuso que no era bueno hablarle sobre eso en aquel momento a Danieve por lo que le respondió- No todo es como los humanos escriben sobre los vampiros.
Danieve pareció reflexionar unos momentos y luego asintió.
-Lo lamento mucho...-dijo luego
-Fue hace bastante. No te preocupes.
Hubo un silencio pronunciado. Parecía que nada más iban a decirse por el momento. Danieve sonrió y estaba por pronunciar un buenas noches al que Korah seguramente iba a responder con un igualmente, descansa. Esto sucedió sin problemas pero antes de que Korah emprendiese el camino a los drmitorios de los chicos, el vampiro se volvió a ella y agregó algo que por alguna razón molestó a la pequeña chica.
-¿Cómo se lo tomó Beck... el ver a Giro en su forma... salvaje?
-...No muy distinto a como yo me lo tomé la primera vez que los vi... aunque te tenía a tí para que me lo explicaras y como pareció algo normal ver a un licantropo a los demás... yo no dije nada...
Korah sonrió y reiteró el que descanses, y se marchó tranquilamente, dejando a una Danieve quizá un poquito celosa... solo que ella no sabía que lo estaba. La pequeña bufó ahogadamente en medio del pasillo y volvió al dormitorio directamente a acostarse. Ni siquiera se detuvo a pensar en que allí en la misma habitación se encontraba un hombre lobo y un demonio. Sólo se acostó y cerró fuertemente los ojos esperando dormirse.
Última edición por Yumire el Miér Abr 01, 2009 10:10 am, editado 2 veces
Yumire- ~~Nyah's Mysterious Reflection~~
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Localización : En los lugares más profundos y solitarios de los sueños~~
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Humor : Feliz!! Nyah~~ ^0^
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Hoja de personaje
Frase PJ1: Si no, no sería divertido...
Frase PJ2: P-pero... Lo siento!
Re: Dormitorio Chicas
Los dos venían caminando en silencio por los pasillos que conducían al dormitorio de chicas. Danieve no decía nada porque estaba aún procesando la información de la existencia de su primo en el instituto. Korah no decía nada porque no tenía nada para decir. Por ese lapso de minutos pareciera que se habían olvidado por completo de la fiesta y sus tortuosas preparaciones. No obstante, al abrir la puerta de los dormitorios femeninos, cada uno de los dos volvió a la realidad. Danie palideció y Korah cerró los ojos con suavidad, mientras por dentro, hubiese preferido estar a millas de aquel lugar.
La ojinaranja barrió con la mirada la habitación, buscando al demonio a quien ella temía. En el proceso, no pudo evitar ver a las demás chicas buscando ropa para sus respectivas parejas, por lo que la cama de las mismas estaban llenas de prendas. Algunos chicos, como Mihael y Sasuke miraban las posibles prendas que vestirían o ya estaban probandose algunas... Su mirada pasó también por Aleix que miraba con
cierto recelo a un Giro siendo depilado por una Isil ya rubios. No pudo evitar preguntarse lo que le esperaría a Korah al ver la cara de Matsu que parecía como si hubiese estado esperando a que el vampiro entrase.
-Bueno...- musitó Danieve observando a Korah, quien no parecía nada divertido con la situación que le esperaría.- No tengas miedo... solo el primer tirón duele.
El vampiro peliplateado gruñó por lo bajo, nada agradecido con aquel consejo, pues obviamente tenía la sensación de que la rubia no sería justamente "amable" en aquel sentido.
-No te preocupes por mí, recuerda quien es tu pareja, Danie precisosa...-dijo con tono socarrón y Danie se estremeció ligeramente.
-Yo no lo dije con la intención de burlarme de ti...- musitó ella-Eres malo.
Korah le sonrió y se alejó de ella, en dirección a Matsu, donde seguramente no pasaría lindo. Danieve, por su parte camino entre nerviosa y suavemente hacia su cama y, entre su bolso, comenzó a sacar ropa y ropa. Varias prendas parecían hechas para ella y no muy comunes en cuanto a la venta de la mismas en tiendas. La sombra del demonio Zatsiev pesaba sobre ella por lo que actuaba bastante insegura mientras sacaba cada prenda. Para cualquiera era obvia la diferencia de cuerpos entre la pequeña y baja Danieve y el atlo y grande Adrik. La ojinaranja se esmeró en buscar sus prendas más holgadas y tuvo que deshechar en el camino la idea de ponerle pantalones o faldas cortas. No tenía faldas largas que sean amplias y le permitiesen comidad a algun hombre. Tuvo que fijarse en los vestidos y el único lo bastante amplio era un vestido de verano color crema y sin mandas... aunque era bastante entallado para el
demonio... podría hacerle algunos arreglos a ese vestido... sabía algo de costura y diseño de indumentaria gracias a su madre, que en su infancia pasaba bastante tiempo con ella, escuchando las largas explicaciones y demostraciones de como hacer tal o cual cosa. Si bien era pésima en aquello, podría hacerlo... antes llenando los dedos de
banditas para evitar lastimarse los dedos. Cosa que hizo. Al igual que saco un pobre costurero improvisado, que nunca supo bien porqué lo empacó, pero le sería de utilidad... En mitad de la busqueda encontró también un sombrero que hacía juego con el vestido, con un ala amplia.
[Reservo lo de Matsu y Korah, aunque si Dark-chan quiere escribir, que lo haga o.o]
La ojinaranja barrió con la mirada la habitación, buscando al demonio a quien ella temía. En el proceso, no pudo evitar ver a las demás chicas buscando ropa para sus respectivas parejas, por lo que la cama de las mismas estaban llenas de prendas. Algunos chicos, como Mihael y Sasuke miraban las posibles prendas que vestirían o ya estaban probandose algunas... Su mirada pasó también por Aleix que miraba con
cierto recelo a un Giro siendo depilado por una Isil ya rubios. No pudo evitar preguntarse lo que le esperaría a Korah al ver la cara de Matsu que parecía como si hubiese estado esperando a que el vampiro entrase.
-Bueno...- musitó Danieve observando a Korah, quien no parecía nada divertido con la situación que le esperaría.- No tengas miedo... solo el primer tirón duele.
El vampiro peliplateado gruñó por lo bajo, nada agradecido con aquel consejo, pues obviamente tenía la sensación de que la rubia no sería justamente "amable" en aquel sentido.
-No te preocupes por mí, recuerda quien es tu pareja, Danie precisosa...-dijo con tono socarrón y Danie se estremeció ligeramente.
-Yo no lo dije con la intención de burlarme de ti...- musitó ella-Eres malo.
Korah le sonrió y se alejó de ella, en dirección a Matsu, donde seguramente no pasaría lindo. Danieve, por su parte camino entre nerviosa y suavemente hacia su cama y, entre su bolso, comenzó a sacar ropa y ropa. Varias prendas parecían hechas para ella y no muy comunes en cuanto a la venta de la mismas en tiendas. La sombra del demonio Zatsiev pesaba sobre ella por lo que actuaba bastante insegura mientras sacaba cada prenda. Para cualquiera era obvia la diferencia de cuerpos entre la pequeña y baja Danieve y el atlo y grande Adrik. La ojinaranja se esmeró en buscar sus prendas más holgadas y tuvo que deshechar en el camino la idea de ponerle pantalones o faldas cortas. No tenía faldas largas que sean amplias y le permitiesen comidad a algun hombre. Tuvo que fijarse en los vestidos y el único lo bastante amplio era un vestido de verano color crema y sin mandas... aunque era bastante entallado para el
demonio... podría hacerle algunos arreglos a ese vestido... sabía algo de costura y diseño de indumentaria gracias a su madre, que en su infancia pasaba bastante tiempo con ella, escuchando las largas explicaciones y demostraciones de como hacer tal o cual cosa. Si bien era pésima en aquello, podría hacerlo... antes llenando los dedos de
banditas para evitar lastimarse los dedos. Cosa que hizo. Al igual que saco un pobre costurero improvisado, que nunca supo bien porqué lo empacó, pero le sería de utilidad... En mitad de la busqueda encontró también un sombrero que hacía juego con el vestido, con un ala amplia.
[Reservo lo de Matsu y Korah, aunque si Dark-chan quiere escribir, que lo haga o.o]
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Frase PJ1: Si no, no sería divertido...
Frase PJ2: P-pero... Lo siento!
Re: Dormitorio Chicas
El chico de cabello azabache y ojos al tono, no podía dejar de maldecir por su suerte, de todas las cosas que le podian pasar tenia que vestirse de mujer, y su pareja era esa chica ruidosa que cantoneaba con mofa, moviendose de un lado a otro alzando ropa que ni de sueños se pondria. Lo miro fugazmente l tiempo que se dirijia con rapidez al fondo de su maleta alzando una falda roja de tablones con encaje en las orillas que asu parecer aparte de corta era horrorosa.
- Te veras perfecto-musito, asutando al joven que nego y estuvo aputo de hablar mas la chica ya se habia desplazado hacia una de las chicas, la de apariencia cohibida que estaba aldo del grandote de mala cara- Danieve podrias hacerme el favor de reducir el dobladillo del largo-
- Ni creas que me pondre eso-grito irrita una vez que escucho el pedido de su pareja, acaso tenia pensado hacer lo quedar aun mas ridiculo, si ese era su plan se lo pondria dificil, finalemnte no lo importaba el pedido no lo haria. Mas la chica solo rio entre dientes y nego volviendose a el con toda la intencion de contradecirlo acercandose peligrosamente a su rostro.
- Darling this is not a sugestion is an a Obligation -susurro con su clasico ingles, que estremecieron al japones que solo corrio su rostro ligeramnte rojo, que causo satisfacion a la bribona que reparo en otra carcajada, buscando una blusa que le acompañara de buena manera.
Ella sabia asi mismo que el chico no le pondria las cosas nada faciles y mucho menos conociendo su caprichoso o malhumorado caracter, pero sin duda lo pasaria muy bien, por lo que reparo en un su delgada figura."Que linda nena seras"penso guardandose ese chiste, era prefrenete la tortura mental que verbal por el momento. En ese instante encontro la blusa que buscaba, esa que hacia perfectamente juego con la falda, Era de seda blanca con algunos diseños en el puño de tres cuartos que eran sus mangas y en su cuello, ademas que si se le acompañaba con un medio corset se veria mas estilisada y daria un poco de cintura.
- ¿Bromeas? -cuestionó el pelinegro, con el ceño ligeramente fruncido. Eso era un golpe bajo para su orgullo. Él no era nadie para proteger a una mujer, y menos a ese pequeño bulto hiperactivo que seguramente disfrutaría si algún pervertido se le acercaba...
- No, no bromeo. ¿O es que prefieres ponerte esto? -se carcajeó mientras mostraba otra prenda ajustada de cuero- Te voy a dejar realmente linda...
El vello de su nunca se erizó cuando la pequeña morena acarició con sus dedos de violinista su cabello puntiagudo. Si planeaba teñírselo de rubio como al Athanas o a ese lobo... lo llevaba claro.
- Tenemos que hacer algo con tu pelo, Uchiha. Sino no serás... lo suficiente femenina -rió de nuevo.
- Puedo ayudarte, Blackwood -se ofreció la loba, quien pintaba las uñas de su compañero- Podría hacerle crecer su cabello hasta una altura que te sea cómoda.
- ¡Já! Estás de suerte Sasukita. Ven, te dejo un lugar en mi cama.
La austríaca dejó el bote de laca de uñas al bicolor para que continuara él y rebuscó entre sus cosas. De uno de los cajones sacó un peine en forma de luna cuyas púas eran afiladas agujas de plata. Se acercó sin prisas a sus dos compañeros, tomando asiento al lado de Sasuke.
- Intentaré que no te duela -le susurró, aunque él no parecía muy convencido por todos los murmullos incomprensibles que salieron de su boca.
Ignorando los quejidos, tomó el pelo de noche del Uchiha para peinarlo desde la raiz hasta las puntas, donde las agujas tiraron de sus cabellos hasta alargarlos. Repitió el proceso varias veces, con cuidado y parando cada vez que escuchaba un quejido de Sasuke, hasta que su melena llegó hacia la mitad de su espalda.
La chica de ojos verdes acomodo mejor el paquete que llevaba entre sus brazos. "Los melones pesan demasiado" pensó con una sonrisa bailando en sus labios.
Ingresó en la habitación rápidamente. Depositando el paquete en la cama y luego volteando su contenido allí. Notó varias miradas interrogantes y otras risueñas, seguramente los dueños de estas últimas tenían algo más que una ligera idea de para qué tan servirían las frutas.
Se acercó al griego, que ya estaba listo y le entrego un par de naranjas. El sólo la miro con desconcierto, preguntándole con la mirada que hacer con ellas.
- Las chicas usualmente no tenemos el pecho tan plano. Además con algo tienes que llenar mi bonito sostén -la mirada del chico le mostró lo poco que le gustaba la idea, por lo cual la rubia agregó-. Además mírale el lado positivo, no serás el único y al menos no te tocaron los melones -finalizó pensando en cierto demonio de enormes proporciones.
Dio un vistazo a la habitación y clavó su mirada donde se encontraba el Uchiha y notó como su cabello antes corto se transformaba en una preciosa melena azabache, cortesía de la híbrida, que pasaba un extraño peine por sus cabellos. En tanto el Uchiha sólo se quejaba muy bajito y cada vez lucía más molesto. Era placentero verlo así.
Se acercó de nuevo a sus cosas y tomo otra lata de cera, era triste desperdiciarla en el Uchiha, pero verlo adolorido era suficiente para no pensar en ello. Además tomó un par de naranjas algo para el pelinegro, sólo esperaba que no se las lanzará en la cabeza a ella o alguna de sus compañeras.
- ¿Aún no lo depilan? -preguntó a la morena que pareció bastante satisfecha al oír sus palabras, incluso la loba sonrió ligeramente. Al parecer no era la única que quería hacer sufrir un poco al Uchiha, que obviamente no parecía muy complacido.
- No -respondió la pelinegra-, aun no había pensado en ello.
- Si quieres puedo ayudarte un poco- y le mostró la lata entre sus manos-. Soy una profesional, además estaría muy feliz de ayudarle a la "señorita". Sólo necesitaría que me ayudaras a calentar la cera.
La pelinegra sintió y tomó la lata que Matsu le extendía. Luego la de ojos jade se acercó más al Uchiha y le extendió el par de naranjas que tenía en la otra mano.
-Su busto señorita.
El Uchiha la miró de forma asesina mientras que Isil y Marion reían al ver su expresión. Notando que el pelinegro no la iba a recibir la rubia coloco las frutas en la cama y se alejó de allí. No era bueno tentar a la suerte, quería sobrevivir para ver a Sasuke completamente avergonzado.
- Voy por las demás cosas que necesito, espero que lo tengas sin ropa para ese momento.
La morena oji desigual entendió perfecto la intención del mensaje, curvando aun mas sus labio en una mueca realmente maquiavélica, sin esperar que el chico se levantara de la cama con un brusquedad que movieron a la joven loba quien lo miro extrañada.
-No seré mas su bufón esto es ridículo, si los demás se sienten cómodos siendo travestis haya ellos, yo me largo- las fulmino con la mirada a ambas, en especial a Isil. El resto de los ocupantes de la habitación lo miraron contrariados, algunos irritados por su indirecta, mientras que la morena de pequeña estatura se encamino con las manos en la cintura con ese ademan alzado.
-No tienes elección querido lo he dicho antes y lo volveré a decir, será mejor que regreses a la cama, para que terminemos con esto lo mas rápido posible-"rápido relativamente" pensó pausando sus palabras notando que el chico se seguía, sin hacerle caso a la morena- ¿Quieres que se a la mala japonesito?
Mas el chico bufo y siguió su camino, al tiempo que Isil aferraba su delicada mano en el brazo níveo del chico que la miro asesinamente.
-Tienes el deber de proteger a las damas de esta habitación y si tienes que vestirte como mujer para llevarlo a cabo tienes que hacerlo -espeto quedadamente la joven ahora rubia, sintiendo el tacto ligero de la pequeña Blackwood que negaba.
-No creo que sea hombre de palabra-reto al chico, mas este soltó una risa burlona ante la palabras de la también británica-me encargare de ti primor así tenga que desvestirte yo.
-¿Qué har…-pero no pudo completar la frase cuando sus músculos ya se movían de regreso a la pieza de la morena.
-Sabe que una de mis habilidades natas es el control, lamento haber olvidado decirlo- acaricio su mejilla justo cuando lo tubo de frente notando que sus ojos querían salirse de sus cuencas.
- Etto... Marion, ya arreglé lo que me pediste -dijo la pequeña ojinaranja, sosteniendo las prendas de ropa.
- ¡Thank you so much! -esbozó una gran sonrisa como respuesta- Ahora toca vestirte, muñequita.
El Uchiha hizo una mueca cuando escuchó esas palabras, forzando par liberarse de las manos invisibles que le impedían moverse y acabar con todas esas tonterías, pero le resultaba imposible. Fusiló con la mirada a la pequeña morena, quien se movía alrededor de él calentando la lata de cera que le había prestado la ojijade.
- Te quitaré la ropa -la rubia loba rodeó con sus manos la fina cintura del japonés, las mejillas del cual ardieron cuando notó las cálidas manos de ella sobre su piel, subiéndole la camiseta.
- Em... ¡No!
Mientras, Matsu dejó su muselina y aloe vera al alcance de la chica de ojos desigual, para que comenzara a aplicársela al joven de ojos negros, cada vez más sonrojado por el contacto de aquellas manos que le dejaban semi desnudo. Después, retomó las naranjas y se paseó por seleccionando las más adecuadas para cada uno, ignorando las malas miradas que cada uno le dedicaba.
- Para ti las más grandes, rubia de ojos azules -se di rigió al lobo, pícara, dándole las dos frutas. Él las dejó a un lado.
- Gracias, rubia de ojos jade.
Dio la vuelta para ir hacia su cama de nuevo, sonriendo divertida.
- Y los melones para la "señorita" rusa...
Ya repartida la fruta, sólo quedaba empezar con "la tortura" del pelinegro. Se acercó a la cama en la que el pelinegro ya no trataba de huir simplemente se dedicaba a lanzarle miradas de odio a todo ser viviente a su alrededor y a maldecir por lo bajo.
- Lista señorita, espero que no le duela -dijo con sorna la de ojos verdes, examinando a su víctima, que estaba apenas cubierta por un bóxer azul oscuro- Ummm... Vous avez de très maigres jambes (Tienes las piernas muy flacas).
- Hmpf.
La de ojos bicolor hizo que el Uchiha quedará sentado en el borde de la cama de tal forma que Matsu pudiera depilarlo fácilmente. Luego coloco la cera ya caliente al alcance de la rubia que empezó con su trabajo.
Hundió la espátula en la cera y empezó a esparcirla con cuidado sobre una de las piernas del Uchiha. Coloco el pequeño lienzo sobre la cera y lo aliso cuidadosamente.
- Bien, espero que estés lista -sin siquiera esperar respuesta jalo con fuerza la tela.
El Uchiha sintió el dolor sin embargo no dijo nada, apenas soltó el aire con un poco más de fuerza.
- ¿Y con esta caricia crees que me has hecho daño? -dijo con su usual gesto de arrogancia.
La rubia lo miró molesta. Debía reconocer que el chico tenía resistencia. Pero ya verían si tenía tanta cuando llegara hasta las ingles. Continuó depilando haciéndolo de a pocos, y jalando con lentitud el lienzo. Terminó de depilar ambas piernas hasta un poco más arriba de la rodilla.
A pesar todo el Uchiha continuaba sin quejarse, y sin embargo su expresión no lucía tan tranquila como al principio.
- Bien chère. Ahora vamos a depilar más arriba -dijo acercándose en opinión del Uchiha demasiado.
- ¿Se te ha perdido algo en ese lugar, rubia?
- A mí no, pero creo que a ti si se te perdió algo, "pequeño".
El Uchiha no dijo nada sólo la miro con odio y pasó de su comentario. La rubia empezó a esparcir la cera en las ingles del Uchiha, sin bien era cierto que no tenía mucho vello allí, Matsu sabía que le dolería y lo haría tragarse sus palabras.
Con una mano libre tomó una de la piernas del Uchiha y empezó a esparcir la cera en la cara interna de uno de los muslos de Sasuke, sus manos temblaron un poco y tragó duro, honestamente estaba en una posición algo perturbadora.
- No te atragantes, rubia -dijo burlón.
- Nunca me atragantaría con algo tan minúsculo, se necesita algo más grande para... ummm hacerme atragantar. Ahora quédate quietito -y coloco el lienzo. Espero lo suficiente y jaló, sacando por fin un pequeño gemido del Uchiha.
Continuó su trabajo para luego estirarse y hablar a sus compañeras.
- Me duelen las manos y esto aún tardará un poco, así que... ¿Podrían una ir avanzando con los brazos?
- Si quieres yo puedo hacer eso -dijo la loba en tono diplomático.
- Te veras perfecto-musito, asutando al joven que nego y estuvo aputo de hablar mas la chica ya se habia desplazado hacia una de las chicas, la de apariencia cohibida que estaba aldo del grandote de mala cara- Danieve podrias hacerme el favor de reducir el dobladillo del largo-
- Ni creas que me pondre eso-grito irrita una vez que escucho el pedido de su pareja, acaso tenia pensado hacer lo quedar aun mas ridiculo, si ese era su plan se lo pondria dificil, finalemnte no lo importaba el pedido no lo haria. Mas la chica solo rio entre dientes y nego volviendose a el con toda la intencion de contradecirlo acercandose peligrosamente a su rostro.
- Darling this is not a sugestion is an a Obligation -susurro con su clasico ingles, que estremecieron al japones que solo corrio su rostro ligeramnte rojo, que causo satisfacion a la bribona que reparo en otra carcajada, buscando una blusa que le acompañara de buena manera.
Ella sabia asi mismo que el chico no le pondria las cosas nada faciles y mucho menos conociendo su caprichoso o malhumorado caracter, pero sin duda lo pasaria muy bien, por lo que reparo en un su delgada figura."Que linda nena seras"penso guardandose ese chiste, era prefrenete la tortura mental que verbal por el momento. En ese instante encontro la blusa que buscaba, esa que hacia perfectamente juego con la falda, Era de seda blanca con algunos diseños en el puño de tres cuartos que eran sus mangas y en su cuello, ademas que si se le acompañaba con un medio corset se veria mas estilisada y daria un poco de cintura.
- ¿Bromeas? -cuestionó el pelinegro, con el ceño ligeramente fruncido. Eso era un golpe bajo para su orgullo. Él no era nadie para proteger a una mujer, y menos a ese pequeño bulto hiperactivo que seguramente disfrutaría si algún pervertido se le acercaba...
- No, no bromeo. ¿O es que prefieres ponerte esto? -se carcajeó mientras mostraba otra prenda ajustada de cuero- Te voy a dejar realmente linda...
El vello de su nunca se erizó cuando la pequeña morena acarició con sus dedos de violinista su cabello puntiagudo. Si planeaba teñírselo de rubio como al Athanas o a ese lobo... lo llevaba claro.
- Tenemos que hacer algo con tu pelo, Uchiha. Sino no serás... lo suficiente femenina -rió de nuevo.
- Puedo ayudarte, Blackwood -se ofreció la loba, quien pintaba las uñas de su compañero- Podría hacerle crecer su cabello hasta una altura que te sea cómoda.
- ¡Já! Estás de suerte Sasukita. Ven, te dejo un lugar en mi cama.
La austríaca dejó el bote de laca de uñas al bicolor para que continuara él y rebuscó entre sus cosas. De uno de los cajones sacó un peine en forma de luna cuyas púas eran afiladas agujas de plata. Se acercó sin prisas a sus dos compañeros, tomando asiento al lado de Sasuke.
- Intentaré que no te duela -le susurró, aunque él no parecía muy convencido por todos los murmullos incomprensibles que salieron de su boca.
Ignorando los quejidos, tomó el pelo de noche del Uchiha para peinarlo desde la raiz hasta las puntas, donde las agujas tiraron de sus cabellos hasta alargarlos. Repitió el proceso varias veces, con cuidado y parando cada vez que escuchaba un quejido de Sasuke, hasta que su melena llegó hacia la mitad de su espalda.
La chica de ojos verdes acomodo mejor el paquete que llevaba entre sus brazos. "Los melones pesan demasiado" pensó con una sonrisa bailando en sus labios.
Ingresó en la habitación rápidamente. Depositando el paquete en la cama y luego volteando su contenido allí. Notó varias miradas interrogantes y otras risueñas, seguramente los dueños de estas últimas tenían algo más que una ligera idea de para qué tan servirían las frutas.
Se acercó al griego, que ya estaba listo y le entrego un par de naranjas. El sólo la miro con desconcierto, preguntándole con la mirada que hacer con ellas.
- Las chicas usualmente no tenemos el pecho tan plano. Además con algo tienes que llenar mi bonito sostén -la mirada del chico le mostró lo poco que le gustaba la idea, por lo cual la rubia agregó-. Además mírale el lado positivo, no serás el único y al menos no te tocaron los melones -finalizó pensando en cierto demonio de enormes proporciones.
Dio un vistazo a la habitación y clavó su mirada donde se encontraba el Uchiha y notó como su cabello antes corto se transformaba en una preciosa melena azabache, cortesía de la híbrida, que pasaba un extraño peine por sus cabellos. En tanto el Uchiha sólo se quejaba muy bajito y cada vez lucía más molesto. Era placentero verlo así.
Se acercó de nuevo a sus cosas y tomo otra lata de cera, era triste desperdiciarla en el Uchiha, pero verlo adolorido era suficiente para no pensar en ello. Además tomó un par de naranjas algo para el pelinegro, sólo esperaba que no se las lanzará en la cabeza a ella o alguna de sus compañeras.
- ¿Aún no lo depilan? -preguntó a la morena que pareció bastante satisfecha al oír sus palabras, incluso la loba sonrió ligeramente. Al parecer no era la única que quería hacer sufrir un poco al Uchiha, que obviamente no parecía muy complacido.
- No -respondió la pelinegra-, aun no había pensado en ello.
- Si quieres puedo ayudarte un poco- y le mostró la lata entre sus manos-. Soy una profesional, además estaría muy feliz de ayudarle a la "señorita". Sólo necesitaría que me ayudaras a calentar la cera.
La pelinegra sintió y tomó la lata que Matsu le extendía. Luego la de ojos jade se acercó más al Uchiha y le extendió el par de naranjas que tenía en la otra mano.
-Su busto señorita.
El Uchiha la miró de forma asesina mientras que Isil y Marion reían al ver su expresión. Notando que el pelinegro no la iba a recibir la rubia coloco las frutas en la cama y se alejó de allí. No era bueno tentar a la suerte, quería sobrevivir para ver a Sasuke completamente avergonzado.
- Voy por las demás cosas que necesito, espero que lo tengas sin ropa para ese momento.
La morena oji desigual entendió perfecto la intención del mensaje, curvando aun mas sus labio en una mueca realmente maquiavélica, sin esperar que el chico se levantara de la cama con un brusquedad que movieron a la joven loba quien lo miro extrañada.
-No seré mas su bufón esto es ridículo, si los demás se sienten cómodos siendo travestis haya ellos, yo me largo- las fulmino con la mirada a ambas, en especial a Isil. El resto de los ocupantes de la habitación lo miraron contrariados, algunos irritados por su indirecta, mientras que la morena de pequeña estatura se encamino con las manos en la cintura con ese ademan alzado.
-No tienes elección querido lo he dicho antes y lo volveré a decir, será mejor que regreses a la cama, para que terminemos con esto lo mas rápido posible-"rápido relativamente" pensó pausando sus palabras notando que el chico se seguía, sin hacerle caso a la morena- ¿Quieres que se a la mala japonesito?
Mas el chico bufo y siguió su camino, al tiempo que Isil aferraba su delicada mano en el brazo níveo del chico que la miro asesinamente.
-Tienes el deber de proteger a las damas de esta habitación y si tienes que vestirte como mujer para llevarlo a cabo tienes que hacerlo -espeto quedadamente la joven ahora rubia, sintiendo el tacto ligero de la pequeña Blackwood que negaba.
-No creo que sea hombre de palabra-reto al chico, mas este soltó una risa burlona ante la palabras de la también británica-me encargare de ti primor así tenga que desvestirte yo.
-¿Qué har…-pero no pudo completar la frase cuando sus músculos ya se movían de regreso a la pieza de la morena.
-Sabe que una de mis habilidades natas es el control, lamento haber olvidado decirlo- acaricio su mejilla justo cuando lo tubo de frente notando que sus ojos querían salirse de sus cuencas.
- Etto... Marion, ya arreglé lo que me pediste -dijo la pequeña ojinaranja, sosteniendo las prendas de ropa.
- ¡Thank you so much! -esbozó una gran sonrisa como respuesta- Ahora toca vestirte, muñequita.
El Uchiha hizo una mueca cuando escuchó esas palabras, forzando par liberarse de las manos invisibles que le impedían moverse y acabar con todas esas tonterías, pero le resultaba imposible. Fusiló con la mirada a la pequeña morena, quien se movía alrededor de él calentando la lata de cera que le había prestado la ojijade.
- Te quitaré la ropa -la rubia loba rodeó con sus manos la fina cintura del japonés, las mejillas del cual ardieron cuando notó las cálidas manos de ella sobre su piel, subiéndole la camiseta.
- Em... ¡No!
Mientras, Matsu dejó su muselina y aloe vera al alcance de la chica de ojos desigual, para que comenzara a aplicársela al joven de ojos negros, cada vez más sonrojado por el contacto de aquellas manos que le dejaban semi desnudo. Después, retomó las naranjas y se paseó por seleccionando las más adecuadas para cada uno, ignorando las malas miradas que cada uno le dedicaba.
- Para ti las más grandes, rubia de ojos azules -se di rigió al lobo, pícara, dándole las dos frutas. Él las dejó a un lado.
- Gracias, rubia de ojos jade.
Dio la vuelta para ir hacia su cama de nuevo, sonriendo divertida.
- Y los melones para la "señorita" rusa...
Ya repartida la fruta, sólo quedaba empezar con "la tortura" del pelinegro. Se acercó a la cama en la que el pelinegro ya no trataba de huir simplemente se dedicaba a lanzarle miradas de odio a todo ser viviente a su alrededor y a maldecir por lo bajo.
- Lista señorita, espero que no le duela -dijo con sorna la de ojos verdes, examinando a su víctima, que estaba apenas cubierta por un bóxer azul oscuro- Ummm... Vous avez de très maigres jambes (
- Hmpf.
La de ojos bicolor hizo que el Uchiha quedará sentado en el borde de la cama de tal forma que Matsu pudiera depilarlo fácilmente. Luego coloco la cera ya caliente al alcance de la rubia que empezó con su trabajo.
Hundió la espátula en la cera y empezó a esparcirla con cuidado sobre una de las piernas del Uchiha. Coloco el pequeño lienzo sobre la cera y lo aliso cuidadosamente.
- Bien, espero que estés lista -sin siquiera esperar respuesta jalo con fuerza la tela.
El Uchiha sintió el dolor sin embargo no dijo nada, apenas soltó el aire con un poco más de fuerza.
- ¿Y con esta caricia crees que me has hecho daño? -dijo con su usual gesto de arrogancia.
La rubia lo miró molesta. Debía reconocer que el chico tenía resistencia. Pero ya verían si tenía tanta cuando llegara hasta las ingles. Continuó depilando haciéndolo de a pocos, y jalando con lentitud el lienzo. Terminó de depilar ambas piernas hasta un poco más arriba de la rodilla.
A pesar todo el Uchiha continuaba sin quejarse, y sin embargo su expresión no lucía tan tranquila como al principio.
- Bien chère. Ahora vamos a depilar más arriba -dijo acercándose en opinión del Uchiha demasiado.
- ¿Se te ha perdido algo en ese lugar, rubia?
- A mí no, pero creo que a ti si se te perdió algo, "pequeño".
El Uchiha no dijo nada sólo la miro con odio y pasó de su comentario. La rubia empezó a esparcir la cera en las ingles del Uchiha, sin bien era cierto que no tenía mucho vello allí, Matsu sabía que le dolería y lo haría tragarse sus palabras.
Con una mano libre tomó una de la piernas del Uchiha y empezó a esparcir la cera en la cara interna de uno de los muslos de Sasuke, sus manos temblaron un poco y tragó duro, honestamente estaba en una posición algo perturbadora.
- No te atragantes, rubia -dijo burlón.
- Nunca me atragantaría con algo tan minúsculo, se necesita algo más grande para... ummm hacerme atragantar. Ahora quédate quietito -y coloco el lienzo. Espero lo suficiente y jaló, sacando por fin un pequeño gemido del Uchiha.
Continuó su trabajo para luego estirarse y hablar a sus compañeras.
- Me duelen las manos y esto aún tardará un poco, así que... ¿Podrían una ir avanzando con los brazos?
- Si quieres yo puedo hacer eso -dijo la loba en tono diplomático.
Evil_Marionette- Beauteous Marionette
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Empleo /Ocio : Critica de la pintura
Humor : lalala*
Fecha de inscripción : 27/12/2008
Hoja de personaje
Frase PJ1: No vine aqui a enamorarme sino a salvar mi vida
Frase PJ2: No todos los días tienes una segunda oportunidad y menos si es para siempre
Re: Dormitorio Chicas
- Vale.
- Yo mientras tanto -habló la más baja con unas pinzas en la mano- le depilaré las cejas.
Sasuke tragó saliva cuando las tres jóvenes se colocaron en posición. La francesa se acuclilló de nuevo para continuar su labor, mientras Marion hacía inclinarse y extender sus brazos al chico ojinegro hacia atrás para perfilan pelo a pelo sus cejas. Además, la híbrida esparció la cera caliente por el brazo derecho de su compañero, acariciando su nuca para calmarle.
- ¡Que comience la tortura! -exclamó la pequeña morena.
Sasuke apretó con fuerza su mandíbula, ahogando un grito de dolor para cada jalón que sus compañeras daban sobre su piel. En ese momento, las palabras de la ojidesigual no le parecieron ninguna broma.
- ¿Estás llorando, nena? -se mofó Marion, sin detenerse.
- Como si no sintiera nada.
La ojijade subió un poco los bóxers del pelinegro para aplicar una cantidad generosa de cera, presionar y tirar de ella sin cuidado.
- ¡Oops!
- Kuso... -pronunció muy levemente el japonés, un quejido que sólo escucharon las tras "esteticistas".
Isil masajeó el brazo ya depilado de su compañero con aloe vera para evitar las quemaduras y aliviar un poco su dolor. Y sin darse cuenta, la lata volcó y el líquido caliente cayó sobre su abdomen, deslizándose hacia abajo.
- ¡Lo siento! -se disculpó- ¡Ahora te lo quito!
Jaló de la cera con la yema de sus dedos, haciendo gemir a Sasuke por el dolor añadido a su quemadura. Presionó con más fuerza su dentadura, haciendo rechinar sus dientes, para intentar evitar inútilmente que diminutas lágrimas nacieran de sus lagrimales por el daño en su piel.
- ¡Ja! ¡Ya te hicimos llorar, japonesita! -se burló de nuevo- ¿Quieres que paremos? Pobrecita.
Por otro lado, la inglesa preparaba al vampiro alemán, pero no pudo evitar fijarse en sus tres compañeras y el Uchiha. No le gustaba aquella situación, quería detenerlo... Mordió su labio inferior con impotencia, pero se tragó su sabor amargo.
- Am.. am... chicas... -titubeó, aunque fue incapaz de detener la escena producida frente a ella- ¡Chicas basta!
Las tres jóvenes pararon y miraron a Saya con el ceño levemente fruncido.
- ¿Por qué? -cuestionó la francesa, enarcando una ceja- Es necesario, debe estar listo pronto y si no coopera pues...
- ...Hay que usar la fuerza -acabó la frase la morena de mirada desigual.
- Pe-pero... No está bien tratar así a la gente. ¿O es que os gustaría que os hicieran eso a vosotras?
- No te metas en esto, bajita -espetó Uchiha, sin tacto alguno, pues su orgullo acababa de ser dañado.
La ojigris apretó con ira sus puños, produciendo ventolera en el interior de la habitación y congelando las ventanas. Miró con odio a Sasuke y dio media vuelta.
Otro quejido nació de la garganta de pelinegro cuando Matsu e Isil jalaron la cera a la vez, mientras pronunciaban palabras intangibles en sus respectivos idiomas.
- Gracias chicas, esto ya está listo. Ahora continuaré yo.- inquirió realmente satisfecha la joven de cabello sin largo fijo, recibiendo una sonrisa cómplice por parte de la ojos Jade y otra complaciente de la loba quien se disponía a regresar con su pareja que lucia bastante divertido con esa enorme sonrisa que decían mas que
mil palabras, esa postura tan relajada daban a entender que había sido un espectáculo el vestir al mas rejego del rebaño de los chicos de primero. Marion le dedico una amable sonrisa al lobo, como agradecimiento por prestar las habilidades y tiempo de su quería Loba mas el solo asintió, recibiendo con una mirada radiante a Isil.
"Son una linda pareja" concilio con simpleza, volviendo su rostro al joven arisco que le recordaban a un gato que era aporreado por otros y solo le quedaba pelar los dientes amenazadoramente ya que sus fuerzas eran nulas,-en este caso su movimiento- el rostro de la moreno se trasformo nuevamente en una mueca malévola que tensaron al joven, al notar como levantaba un estuche de maquillaje que yacía aun lado de el. Alzando su mentón con sus delgados dedos al tiempo que volteaba su rostro como si buscara un perfil o analizara algo de esa vista.
-Ya no sabes ni como molestarme…
-Shhh, la artista esta trabajando o quieres que también te paralice la boca- musito con voz rasposa, cerrando un poco sus ojos como si no pudiese proyectar lo quería, mas el joven maltratado parecía renuente a continuar con este suplicio pero era verdad esa chica podía dejarlo sin habla y eso era acabar con su única manera de defenderse, solo tenia que esperar un poco para maldecirla, además ya tendría la oportunidad de devolvérsela.
Blackwood se paseo frente al chico sin decir nada, evaluando lo que habían logrado, -ahora lampiño-tenia que decidirse que le colocaría primero si el maquillaje o la ropa, ambas eran tentadoras, el solo notar las expresiones o su rostro arder ante el tacto femenino era un deleite delicioso para la morena que estuvo por abrir la boca para soltar un sarcasmo mas noto la mirada fugaz de la oji gris que había salido en defensa de ese miserable provocando un estremecimiento en la morena.
"Yo no seria capaz de defender de esa forma de Mihael, antes bien me burlaría y continuaría con lo mío, mientras que Sayaka tuvo mas decencia y hablo en el nombre de este insensato japonés, por eso no me caen bien los japoneses, bueno eso no es verdad es por otras razones.
>>Pero volviendo a la princesa coronada, tu tortura terminara con maquillaje no quiero manchar mis prendas, a demás tengo que terminar me estoy empezando a sentir mareada de tanto controlarlo"
Suspiro y alzo la falda de tablones, una pieza que le daría un toque bastante coqueto a la joven, recordándole que ese conjunto siempre lo acompañaba con unas medias largas rayadas en los tonos, pero la princesa no dejaba de ser en tras fondo "Hombre" por lo que tendría el pie mucho mas grande que la morena y los únicos zapatos que tenia grandes eran unos viejos botines que había robado de su casa para disfrazarse.
-Mostraras mas pierna de la que debes, eres una descarada- musito con sorna al tiempo que el chico levantaba involuntariamente su pie, murmurando palabras en japonés que solo causaban mas risa en la chica- su alteza esta sierva conoce su lengua pero pasare por alto sus insulsas frases.
>>Me perite abrocharle sus agujetas no vaya ser que se caiga y se alce su beliz-
-Esta la pagaras Blackwood-fue todo lo que dijo antes que sus labios fueran sellados por los dedos de la joven picara.
-No llores estoy por terminar, además es cansado, la princesa no ha hecho mas que luchar y eso es bastante extenuante cuando no lo dominas-negó haciendo que el joven alzara los brazos para poder colocarle el sujetador de una mejor manera, al tiempo que colocaba las naranjas en su lugar sintiendo la mirada siniestra del chico que solo hicieron que alzara mas los labios- Si te dejo que lo hagas por tu cuenta se que no lo harás.
Continuando con su blusa, la cual quedo ajustada al cuerpo del joven de ahora larga melena, era de cuerpo delgado pero su espalda era ancha, además que
tenia el cuerpo marcado lo que a diferencia de la pequeña y delgada figura de marión si se comparaba, por lo que la idea del corsee caía de perlas.
>>Las chicas no tenemos tan largo el talle corazón, pero con este corsee y un poco de crinolina en tu falda te harán mas real-ladeo su cabeza infantilmente causando estremecimiento en el moreno que solo cerro los ojos, mas resulto que ya no sintió nada, mas que el ligero toque de los dedos de la morena en su rostro al embarrarle algo tanto en el rostro. -Quieres abrir los ojos ya estoy por terminar con tu maquillaje,
pero necesito delinearte…
-¿A que hora me pusiste el corsee y la crinolina?-pregunto atónito ante la rapidez de la pequeña, que solo negó con sorna.
-veo que te gusta que te toque, God he is Insatiable!-nego fingiendo estar indignada, jalando su rostro hacia arriba para poder colocar las sombras, notando su ya permanente rubor natural, que sin duda era la mejor paga de todo este rato-No necesitas rubor ya lo tienes natural, por lo que con este pincelazo termino mi querida señorita Uchiha.
Dejándose caer suavemente sobre la cama al liberar al chico trasformado…
- Yo mientras tanto -habló la más baja con unas pinzas en la mano- le depilaré las cejas.
Sasuke tragó saliva cuando las tres jóvenes se colocaron en posición. La francesa se acuclilló de nuevo para continuar su labor, mientras Marion hacía inclinarse y extender sus brazos al chico ojinegro hacia atrás para perfilan pelo a pelo sus cejas. Además, la híbrida esparció la cera caliente por el brazo derecho de su compañero, acariciando su nuca para calmarle.
- ¡Que comience la tortura! -exclamó la pequeña morena.
Sasuke apretó con fuerza su mandíbula, ahogando un grito de dolor para cada jalón que sus compañeras daban sobre su piel. En ese momento, las palabras de la ojidesigual no le parecieron ninguna broma.
- ¿Estás llorando, nena? -se mofó Marion, sin detenerse.
- Como si no sintiera nada.
La ojijade subió un poco los bóxers del pelinegro para aplicar una cantidad generosa de cera, presionar y tirar de ella sin cuidado.
- ¡Oops!
- Kuso... -pronunció muy levemente el japonés, un quejido que sólo escucharon las tras "esteticistas".
Isil masajeó el brazo ya depilado de su compañero con aloe vera para evitar las quemaduras y aliviar un poco su dolor. Y sin darse cuenta, la lata volcó y el líquido caliente cayó sobre su abdomen, deslizándose hacia abajo.
- ¡Lo siento! -se disculpó- ¡Ahora te lo quito!
Jaló de la cera con la yema de sus dedos, haciendo gemir a Sasuke por el dolor añadido a su quemadura. Presionó con más fuerza su dentadura, haciendo rechinar sus dientes, para intentar evitar inútilmente que diminutas lágrimas nacieran de sus lagrimales por el daño en su piel.
- ¡Ja! ¡Ya te hicimos llorar, japonesita! -se burló de nuevo- ¿Quieres que paremos? Pobrecita.
Por otro lado, la inglesa preparaba al vampiro alemán, pero no pudo evitar fijarse en sus tres compañeras y el Uchiha. No le gustaba aquella situación, quería detenerlo... Mordió su labio inferior con impotencia, pero se tragó su sabor amargo.
- Am.. am... chicas... -titubeó, aunque fue incapaz de detener la escena producida frente a ella- ¡Chicas basta!
Las tres jóvenes pararon y miraron a Saya con el ceño levemente fruncido.
- ¿Por qué? -cuestionó la francesa, enarcando una ceja- Es necesario, debe estar listo pronto y si no coopera pues...
- ...Hay que usar la fuerza -acabó la frase la morena de mirada desigual.
- Pe-pero... No está bien tratar así a la gente. ¿O es que os gustaría que os hicieran eso a vosotras?
- No te metas en esto, bajita -espetó Uchiha, sin tacto alguno, pues su orgullo acababa de ser dañado.
La ojigris apretó con ira sus puños, produciendo ventolera en el interior de la habitación y congelando las ventanas. Miró con odio a Sasuke y dio media vuelta.
Otro quejido nació de la garganta de pelinegro cuando Matsu e Isil jalaron la cera a la vez, mientras pronunciaban palabras intangibles en sus respectivos idiomas.
- Gracias chicas, esto ya está listo. Ahora continuaré yo.- inquirió realmente satisfecha la joven de cabello sin largo fijo, recibiendo una sonrisa cómplice por parte de la ojos Jade y otra complaciente de la loba quien se disponía a regresar con su pareja que lucia bastante divertido con esa enorme sonrisa que decían mas que
mil palabras, esa postura tan relajada daban a entender que había sido un espectáculo el vestir al mas rejego del rebaño de los chicos de primero. Marion le dedico una amable sonrisa al lobo, como agradecimiento por prestar las habilidades y tiempo de su quería Loba mas el solo asintió, recibiendo con una mirada radiante a Isil.
"Son una linda pareja" concilio con simpleza, volviendo su rostro al joven arisco que le recordaban a un gato que era aporreado por otros y solo le quedaba pelar los dientes amenazadoramente ya que sus fuerzas eran nulas,-en este caso su movimiento- el rostro de la moreno se trasformo nuevamente en una mueca malévola que tensaron al joven, al notar como levantaba un estuche de maquillaje que yacía aun lado de el. Alzando su mentón con sus delgados dedos al tiempo que volteaba su rostro como si buscara un perfil o analizara algo de esa vista.
-Ya no sabes ni como molestarme…
-Shhh, la artista esta trabajando o quieres que también te paralice la boca- musito con voz rasposa, cerrando un poco sus ojos como si no pudiese proyectar lo quería, mas el joven maltratado parecía renuente a continuar con este suplicio pero era verdad esa chica podía dejarlo sin habla y eso era acabar con su única manera de defenderse, solo tenia que esperar un poco para maldecirla, además ya tendría la oportunidad de devolvérsela.
Blackwood se paseo frente al chico sin decir nada, evaluando lo que habían logrado, -ahora lampiño-tenia que decidirse que le colocaría primero si el maquillaje o la ropa, ambas eran tentadoras, el solo notar las expresiones o su rostro arder ante el tacto femenino era un deleite delicioso para la morena que estuvo por abrir la boca para soltar un sarcasmo mas noto la mirada fugaz de la oji gris que había salido en defensa de ese miserable provocando un estremecimiento en la morena.
"Yo no seria capaz de defender de esa forma de Mihael, antes bien me burlaría y continuaría con lo mío, mientras que Sayaka tuvo mas decencia y hablo en el nombre de este insensato japonés, por eso no me caen bien los japoneses, bueno eso no es verdad es por otras razones.
>>Pero volviendo a la princesa coronada, tu tortura terminara con maquillaje no quiero manchar mis prendas, a demás tengo que terminar me estoy empezando a sentir mareada de tanto controlarlo"
Suspiro y alzo la falda de tablones, una pieza que le daría un toque bastante coqueto a la joven, recordándole que ese conjunto siempre lo acompañaba con unas medias largas rayadas en los tonos, pero la princesa no dejaba de ser en tras fondo "Hombre" por lo que tendría el pie mucho mas grande que la morena y los únicos zapatos que tenia grandes eran unos viejos botines que había robado de su casa para disfrazarse.
-Mostraras mas pierna de la que debes, eres una descarada- musito con sorna al tiempo que el chico levantaba involuntariamente su pie, murmurando palabras en japonés que solo causaban mas risa en la chica- su alteza esta sierva conoce su lengua pero pasare por alto sus insulsas frases.
>>Me perite abrocharle sus agujetas no vaya ser que se caiga y se alce su beliz-
-Esta la pagaras Blackwood-fue todo lo que dijo antes que sus labios fueran sellados por los dedos de la joven picara.
-No llores estoy por terminar, además es cansado, la princesa no ha hecho mas que luchar y eso es bastante extenuante cuando no lo dominas-negó haciendo que el joven alzara los brazos para poder colocarle el sujetador de una mejor manera, al tiempo que colocaba las naranjas en su lugar sintiendo la mirada siniestra del chico que solo hicieron que alzara mas los labios- Si te dejo que lo hagas por tu cuenta se que no lo harás.
Continuando con su blusa, la cual quedo ajustada al cuerpo del joven de ahora larga melena, era de cuerpo delgado pero su espalda era ancha, además que
tenia el cuerpo marcado lo que a diferencia de la pequeña y delgada figura de marión si se comparaba, por lo que la idea del corsee caía de perlas.
>>Las chicas no tenemos tan largo el talle corazón, pero con este corsee y un poco de crinolina en tu falda te harán mas real-ladeo su cabeza infantilmente causando estremecimiento en el moreno que solo cerro los ojos, mas resulto que ya no sintió nada, mas que el ligero toque de los dedos de la morena en su rostro al embarrarle algo tanto en el rostro. -Quieres abrir los ojos ya estoy por terminar con tu maquillaje,
pero necesito delinearte…
-¿A que hora me pusiste el corsee y la crinolina?-pregunto atónito ante la rapidez de la pequeña, que solo negó con sorna.
-veo que te gusta que te toque, God he is Insatiable!-nego fingiendo estar indignada, jalando su rostro hacia arriba para poder colocar las sombras, notando su ya permanente rubor natural, que sin duda era la mejor paga de todo este rato-No necesitas rubor ya lo tienes natural, por lo que con este pincelazo termino mi querida señorita Uchiha.
Dejándose caer suavemente sobre la cama al liberar al chico trasformado…
Evil_Marionette- Beauteous Marionette
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