Sala de visitas
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Mes 1/Dia 2
Fue el segundo día y aún no terminaba de acostumbrarse al ritmo de clases. Demasiada tarea para tan poco tiempo, demasiada tarea para ser demasiado pronto. El peliplatino se sentó en una silla y esperó a que las visitas entrasen. A decir verdad, era un lugar poco frecuentado por él, le extrañaba que lo visitaran sus padres. Durante el año anterior habían sido unas pocas veces antes de que acordaran que él iría todos los fines de semana a pasar, aunque sea, un día entero con ellos. Aún le incomodaba verlos. Aún le costaba hablar con ellos.
No obstante, ellos entraron en la sala blanca que le parecía mucho a la sala de un videojuego que jugaba cuando era más chico... solo que era la versión pequeña de aquella habitación blanca.
-Hola-se adelantó al saludo con un tono bastante monotono e indesifrable. Su madre lo saludó con un beso y su padre, con un abrazo.
Le preguntaron sobre su día y cómo le estaba yendo para ser el primer día. El respondió vagamente a aquellas preguntas y luego de que hablaran más, no pudo resistir la pregunta.
-¿Por que... vinieron?-inquirió el ojicarmín, mirando a sus padres. Quiso intentar que su voz no sonara tan inquisidora, fria y seria... pero no lo logró. Su madre se removió en el lugar y su padre le dio otro trago a su taza de café.
-Verás... Shani-dijo su madre con dulzura-¿Recuerdas a tu prima? ¿A Danieve?-preguntó ella.
Él asintió. Cómo no recordar a esa petisa tímida que sólo se le pegaba a Daina y hablaba con ella, mientras que con él, solo balbuceos e incoherencias. Aquella niña había crecido con todos los lujos y a menudo Shan se preguntó si eso no le hacía mal a la gente. Era una persona bastante tímida que nunca había salido a jugar. Uno de los grandes misterios para él fue si esa chica fue a un colegio o pagaron para que tuviese clases en su casa. Es que simplemente, no salía de ella.
-Bueno... verás... hace un año... ella escapó de su casa...-explicó la mujer de cabellos platinados
-Hmn... al parecer todos en la familia tienen esa necesidad...- comentó el mismo Shan, riendose de sí mismo. Aunque luego, la duda lo azotó-¿Por qué no lo dijeron antes?
-Porque Tsukiko-oneesan no nos lo pudo contar-confesó ella.-Nadie sabe que ella escapó
-¿Huh?-Shan enarcó una ceja. Su padre se aclaró la garganta.
-A los pocos días de haberse ido, y cuando iban a reportarla perdida... empezaron a llegar unas cartas amenazantes a ellos.
-¿Amenazantes? ¿Quiénes pueden amenazarlos a ellos si su fortuna es en base a todos los locos vestidos que la tía hace?- soltó sin controlar lo que decía. Le parecía absurdo la idea de que amenazaran a una mujer por confeccionar ropa.
-¡Shan!- exclamó su madre y él tuvo que disculparse.- ¡Entiende que el asunto es muy serio!
-Bueno, bueno... perdón.- dijo, nuevamente.-Solo me parece raro.
-No te creas... Tu tía me contó que hay graves conflictos en el mundo de la moda, no es tan fácil y superficial como crees.
-¿Cómo qué?¿Mafia de la moda?-inquirió, ahogando varias risas. Su madre lo volvió a callar. pero su padre también rió.
-Son un caso!-exclamó la mujer poniendo los ojos en blanco.
-En fin... lo que tu madre te quería decir, campeón...-Shan tenía diecisiete años y su padre seguía diciendole así-...es que las amenazas, a aparte de ser dirigidas a tu tía, decían que si no cumplían con lo que querían, Danieve sería secuestrada y castigada por los "crimenes" de Tsukiko.
-Y como Danny se había escapado... por el momento, ella podría hacer lo que quisiese, sabiendo que de una forma retorcida, su hija estaba a salvo porque no estaba en las manos de esos... sujetos.-dedució el peliplatino
-No exactamente, ha tenido cuidado... Pero como aparentemente la tenían vigilada, no podía llamarme y contarme lo sucedido...- explicó su madre.
-Aja... y están acá contandome esto para preocuparme por mi prima que hace cinco, seis años que no veo para...- Shan no podía evitar ser hosco con sus padres, pero aún no podía verlos ni hablar con ellos mucho tiempo. La culpa lo atacaba de cuando en cuando y él no quería terminar peor de lo que ya estaba. Realmente le dolía terminar las cosas así y tratar a sus padres de aquella manera.
Su padre le dio otro sorbo al café antes de responderle.
-Queremos que busques a Danieve.
-...Estoy en un instituto, no puedo salir.- les señaló él con extrañeza. Su padre suspiró
-Tu madre te omitió una parte importante en su relato.-dijo el hombre antes de darle otro sorbo más a la taza de café.
-¿Ah, sí? ¿Cuál es?
-La parte que te ha omitido tu madre es la de la razón por la cual Danieve huyó.- comentó su padre.
-¿Y cuál fue?- dijo. Su madre sonrió timídamente antes de decirlo.
-Tiró abajo la mitad de la casa...-¿una fiesta?, pensó Shan- con viento.
-¿Con viento?- repitió él asintiendo, bastante tranquilo. La madre asintió.
-Así lo dijo una de las empleadas que sobrevivió.-expresó su madre.
-Ahh...- emitió él- Eso lo cambia todo... una prima que huyó de su casa hace un año porque descubrió sus poderes... ¿piensan que esto ya lo vivieron?
-...Sí...- afirmó su madre bajando la cabeza.
¿Es que acaso, si existía un ser todopoderoso que controlase sus vidas o en su defecto el dios del destino, podía tener un poco menos de imaginación? Shan se llevó una mano a la sien y cerró los ojos. La vida y sus vueltas.
Esta bien... veré si puedo encontrarla acá... aunque lo dudo, con los despitada que es, no creo que encontrara este sitio.- dijo poniendose de pie, dispuesto a marcharse ya.
Su padre terminó la taza de café y los tres se despidieron, quedandose en verse el sábado. Shan salió de la habitación pensando que ese año iba a ser completamente extraño.
No sabía cuán equivocado y cuán acertado estaba.
No obstante, ellos entraron en la sala blanca que le parecía mucho a la sala de un videojuego que jugaba cuando era más chico... solo que era la versión pequeña de aquella habitación blanca.
-Hola-se adelantó al saludo con un tono bastante monotono e indesifrable. Su madre lo saludó con un beso y su padre, con un abrazo.
Le preguntaron sobre su día y cómo le estaba yendo para ser el primer día. El respondió vagamente a aquellas preguntas y luego de que hablaran más, no pudo resistir la pregunta.
-¿Por que... vinieron?-inquirió el ojicarmín, mirando a sus padres. Quiso intentar que su voz no sonara tan inquisidora, fria y seria... pero no lo logró. Su madre se removió en el lugar y su padre le dio otro trago a su taza de café.
-Verás... Shani-dijo su madre con dulzura-¿Recuerdas a tu prima? ¿A Danieve?-preguntó ella.
Él asintió. Cómo no recordar a esa petisa tímida que sólo se le pegaba a Daina y hablaba con ella, mientras que con él, solo balbuceos e incoherencias. Aquella niña había crecido con todos los lujos y a menudo Shan se preguntó si eso no le hacía mal a la gente. Era una persona bastante tímida que nunca había salido a jugar. Uno de los grandes misterios para él fue si esa chica fue a un colegio o pagaron para que tuviese clases en su casa. Es que simplemente, no salía de ella.
-Bueno... verás... hace un año... ella escapó de su casa...-explicó la mujer de cabellos platinados
-Hmn... al parecer todos en la familia tienen esa necesidad...- comentó el mismo Shan, riendose de sí mismo. Aunque luego, la duda lo azotó-¿Por qué no lo dijeron antes?
-Porque Tsukiko-oneesan no nos lo pudo contar-confesó ella.-Nadie sabe que ella escapó
-¿Huh?-Shan enarcó una ceja. Su padre se aclaró la garganta.
-A los pocos días de haberse ido, y cuando iban a reportarla perdida... empezaron a llegar unas cartas amenazantes a ellos.
-¿Amenazantes? ¿Quiénes pueden amenazarlos a ellos si su fortuna es en base a todos los locos vestidos que la tía hace?- soltó sin controlar lo que decía. Le parecía absurdo la idea de que amenazaran a una mujer por confeccionar ropa.
-¡Shan!- exclamó su madre y él tuvo que disculparse.- ¡Entiende que el asunto es muy serio!
-Bueno, bueno... perdón.- dijo, nuevamente.-Solo me parece raro.
-No te creas... Tu tía me contó que hay graves conflictos en el mundo de la moda, no es tan fácil y superficial como crees.
-¿Cómo qué?¿Mafia de la moda?-inquirió, ahogando varias risas. Su madre lo volvió a callar. pero su padre también rió.
-Son un caso!-exclamó la mujer poniendo los ojos en blanco.
-En fin... lo que tu madre te quería decir, campeón...-Shan tenía diecisiete años y su padre seguía diciendole así-...es que las amenazas, a aparte de ser dirigidas a tu tía, decían que si no cumplían con lo que querían, Danieve sería secuestrada y castigada por los "crimenes" de Tsukiko.
-Y como Danny se había escapado... por el momento, ella podría hacer lo que quisiese, sabiendo que de una forma retorcida, su hija estaba a salvo porque no estaba en las manos de esos... sujetos.-dedució el peliplatino
-No exactamente, ha tenido cuidado... Pero como aparentemente la tenían vigilada, no podía llamarme y contarme lo sucedido...- explicó su madre.
-Aja... y están acá contandome esto para preocuparme por mi prima que hace cinco, seis años que no veo para...- Shan no podía evitar ser hosco con sus padres, pero aún no podía verlos ni hablar con ellos mucho tiempo. La culpa lo atacaba de cuando en cuando y él no quería terminar peor de lo que ya estaba. Realmente le dolía terminar las cosas así y tratar a sus padres de aquella manera.
Su padre le dio otro sorbo al café antes de responderle.
-Queremos que busques a Danieve.
-...Estoy en un instituto, no puedo salir.- les señaló él con extrañeza. Su padre suspiró
-Tu madre te omitió una parte importante en su relato.-dijo el hombre antes de darle otro sorbo más a la taza de café.
-¿Ah, sí? ¿Cuál es?
-La parte que te ha omitido tu madre es la de la razón por la cual Danieve huyó.- comentó su padre.
-¿Y cuál fue?- dijo. Su madre sonrió timídamente antes de decirlo.
-Tiró abajo la mitad de la casa...-¿una fiesta?, pensó Shan- con viento.
-¿Con viento?- repitió él asintiendo, bastante tranquilo. La madre asintió.
-Así lo dijo una de las empleadas que sobrevivió.-expresó su madre.
-Ahh...- emitió él- Eso lo cambia todo... una prima que huyó de su casa hace un año porque descubrió sus poderes... ¿piensan que esto ya lo vivieron?
-...Sí...- afirmó su madre bajando la cabeza.
¿Es que acaso, si existía un ser todopoderoso que controlase sus vidas o en su defecto el dios del destino, podía tener un poco menos de imaginación? Shan se llevó una mano a la sien y cerró los ojos. La vida y sus vueltas.
Esta bien... veré si puedo encontrarla acá... aunque lo dudo, con los despitada que es, no creo que encontrara este sitio.- dijo poniendose de pie, dispuesto a marcharse ya.
Su padre terminó la taza de café y los tres se despidieron, quedandose en verse el sábado. Shan salió de la habitación pensando que ese año iba a ser completamente extraño.
No sabía cuán equivocado y cuán acertado estaba.
Yumire- ~~Nyah's Mysterious Reflection~~
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Edad : 33
Localización : En los lugares más profundos y solitarios de los sueños~~
Empleo /Ocio : Vaga profesional/Escritora
Humor : Feliz!! Nyah~~ ^0^
Fecha de inscripción : 22/01/2009
Hoja de personaje
Frase PJ1: Si no, no sería divertido...
Frase PJ2: P-pero... Lo siento!
Dia 4~Mes 1
Sus paso resonaban por los pasillos de esa estancia, tenia bastante tiempo que no pisaba aquel suelo, que le traía tantos recuerdos, particularmente antes de conocer a Cloud Lyrelae, suspiro al halar del tirador, conocía al hijo de su compañero tenia la clásica puntualidad de un ingles por lo que no estaría demasiado tiempo sola, cosa que no le molestaba, ver la caída de aquellas sedosas cortinas que se perdían en toda la decoración, así como esos arquitectónicos techos cóncavos le traía recuerdos de todas clases sin poder evitar curvar ligeramente sus labios delineados.
Pasó sus dedos por dicho trozo de tela para observar el movimiento de los alumnos como se movían pero sobre todo, su trasfondo algo que le resultaba siempre interesante, el tipo de alma y sus dones, solía ser de utilidad para reclutar prospectos cosa que le molestaba mucho al primogénito de los Lyrelae.
Aspiro el perfume de los muchos olores compenetrados en el lugar, las distintas fragancias que se concentraban por los encuentros, algunas amargas por algún siniestro o bien muy dulces por alguna buena noticia entro otros tantos mas desagradables. No dio demasiada importancia a esos detalles, prefirió seguir con su escrutinio en dicho ventanal mientras el suave viento se colaba por el, meciendo sus rubios cabellos.
Minutos atrás había contado parte de su vida a Shan, confiaba en el a pesar de que no era de las personas que tuviese algún incondicional, pero ese chico tenia similaridades con el, además que su nata prudencia era algo que agradecía infinitamente, sin duda tener a su hermana cercas de nueva cuenta era u gran alivio después de haber recibido la ultima carta de Elle, de quien se preguntaba como se encontraba, no la conocía en persona mas si escuchaba cosas fabulosas de parte de su padre así como de la molesta Scarlett Dañek, quien extrañamente solo hablaba maravillas de esa helada boca suya.
También se preguntaba quien podría visitarlo a sabiendas que su Padre estaba en misio desde el verano, visitándolo más que nada por video llamadas o por alguna carta que enviaba con su porta voz. Suspiro resignado ante la idea de alguien agradable, tentándose a imaginar que alguien del otro lado de la familia llegara armando un escándalo vestidos con una piel de cordero cuando eran unas hienas insaciables de poder las cuales no descansarían hasta no tener a ambos para manipularlos de nueva cuenta.
Halo la puerta blanca de la cual salía demasiada luz mas podía distinguir la femenina silueta al fondo, su cabello cenizo que se movía con el viento que entraba, así como el ligero movimiento de su ropa juvenil, que entraban perfecto en su disfraz, en ocasiones podía llegar a confundirlo, una mujer como ella podía ser una vampiriza con dichos encantos, mas solo era una mercenaria una muy peligrosa.
De todas las personas que podían llegar a hacerle visita ella era una de la menos bienvenida, no sabia si igual o peor que los Yatsura, tal vez en menor escala por que Scarlett Dubois jamás se atrevería ponerle una mano para dañarlo.
-¿Qué haces aquí?-inquirió hoscamente deteniéndose a mitad de la habitación, esperando ver sus ojos avellana fijarse en los niebla de el, con ese rostro sin expresión que parecía difícilmente corromperse.
-Me alegra que seas hijo de Nova, esa forma de ir directo al grano es justo la de el-camino grácil mente hacia el.
-El me pidió que viniera a echarte un ojo, últimamente ha andado muy inquieto por no saber con claridad de sus hijos, sobre todo…-se detuvo prefiriendo no tocar el tema tabú para los grandes que era la pequeña Lyrelae.
-Marion-finalizo sin inmutarse manteniendo sus ojos en los de ella- no debería, ella seguro esta bien…
-encontró las cartas de Elle-observo con cuidado como su rostro se desencajaba, al escuchar esas palabras-Recibimos la noticia que Elle esta muerta y Marion desaparecida, crees que el podría estar como si no le importara-cuestión la mujer en aparente calma, cruzando sus brazos sobre su pecho.
“Esta muerta, entonces como llego Mary que es lo que esta pasando” pensó pasando sus dedos por su cabello lacio.
-Lo mas seguro es que pronto tengamos algunas pestes por aquí así que no te molestes demasiado si me ves seguido-musito pasando en un lado de el.
-Espera Frozen-detuvo su mano repentinamente, sintiendo el ardor que desprendía su piel-¿Dónde esta el ahora?-
-Sigue de misión, pero necesita mantener todo en orden por acá, y sabes muy bien que Heero no puede desentender
-Entonces no esta en esta dimensión- dedujo el joven sin escuchar las palabras de la mujer, misma que lo miro con curiosidad.
-Gabriel, Tienes algo que decirme a es necesario que venga recurra a Vera-cuestiono la mujer de ademán inescrutable- No soy tu madre, pero sabes como son las cosas
-Ella esta aquí, Marion esta en el Hajime-pasuso ahora el notando la sorpresa en la mujer-Me pidió que no les dijera nada aun a ustedes parece que ella esta manejando de alguna manera la situación- musito lo ultimo mas para que para la mujer que se acerco al chico invadiendo su espacio personal, tomando sus mejillas posesivamente, extrañando que hiciera eso.
-Pensé que jamás lo dirías, confiaba que fueras listo, esto aliviara bastante el peso que carga, las cosas serán mas sencillas ahora en delante, no les pasara ya nada lo prometo-divagaba la mujer de una manera sobre protectora que no entendía el joven.
-Frozen no eres nuestra madre, además ella parece saber lo que hace-insistió deshaciendo el agarro de la mujer que desvió la mirada del joven.
-Pero soy como tu tía, nunca los he visto de forma maternal, pero si quiero que estén bien, sabes que lo que me une a tu padre es mas que lealtad mas nunca seré su amante-susurro en forma delicada la extraña mujer que solo confundían al joven que deseaba salir de la habitación- Cloud ya lo sabe, vendrá en unos días-
-Pero si el esta de..
-Sabes que el jamás dará prioridad a una misión si ustedes están de por medio y menos después de lo que paso antes, tenemos reglas pero su situación es muy diferente a todo-camino hacia la salida- Me muero de ganas por ver a la hija prodiga-Expreso saliendo deteniéndose en la puerta para mirarlo por ultima vez- tienes mucho que pensar, y que cuidar incluso aquí debes ver dos veces quien va de tras de ti pequeño Gabriel-.
-Eso ya lo se-muslito sin verla, esa mujer solo lo probaba cada que se veían observaba sus movimientos cada uno y los desarmaba, siempre había sido igual sabia lo que quería pero lo tomaba lentamente de ti, no podía odiarla ya que su padre tenia sus razones para tenerle tanta confianza aunque no lo entendiera. Ahora tendría que seguir con las palabras de Marion a medias, solo con la advertencia de que el lo sabría de alguna forma, ademas tenía que sacar le por sus propios labios la verdad de como llego al Hajime.
Pasó sus dedos por dicho trozo de tela para observar el movimiento de los alumnos como se movían pero sobre todo, su trasfondo algo que le resultaba siempre interesante, el tipo de alma y sus dones, solía ser de utilidad para reclutar prospectos cosa que le molestaba mucho al primogénito de los Lyrelae.
Aspiro el perfume de los muchos olores compenetrados en el lugar, las distintas fragancias que se concentraban por los encuentros, algunas amargas por algún siniestro o bien muy dulces por alguna buena noticia entro otros tantos mas desagradables. No dio demasiada importancia a esos detalles, prefirió seguir con su escrutinio en dicho ventanal mientras el suave viento se colaba por el, meciendo sus rubios cabellos.
Minutos atrás había contado parte de su vida a Shan, confiaba en el a pesar de que no era de las personas que tuviese algún incondicional, pero ese chico tenia similaridades con el, además que su nata prudencia era algo que agradecía infinitamente, sin duda tener a su hermana cercas de nueva cuenta era u gran alivio después de haber recibido la ultima carta de Elle, de quien se preguntaba como se encontraba, no la conocía en persona mas si escuchaba cosas fabulosas de parte de su padre así como de la molesta Scarlett Dañek, quien extrañamente solo hablaba maravillas de esa helada boca suya.
También se preguntaba quien podría visitarlo a sabiendas que su Padre estaba en misio desde el verano, visitándolo más que nada por video llamadas o por alguna carta que enviaba con su porta voz. Suspiro resignado ante la idea de alguien agradable, tentándose a imaginar que alguien del otro lado de la familia llegara armando un escándalo vestidos con una piel de cordero cuando eran unas hienas insaciables de poder las cuales no descansarían hasta no tener a ambos para manipularlos de nueva cuenta.
Halo la puerta blanca de la cual salía demasiada luz mas podía distinguir la femenina silueta al fondo, su cabello cenizo que se movía con el viento que entraba, así como el ligero movimiento de su ropa juvenil, que entraban perfecto en su disfraz, en ocasiones podía llegar a confundirlo, una mujer como ella podía ser una vampiriza con dichos encantos, mas solo era una mercenaria una muy peligrosa.
De todas las personas que podían llegar a hacerle visita ella era una de la menos bienvenida, no sabia si igual o peor que los Yatsura, tal vez en menor escala por que Scarlett Dubois jamás se atrevería ponerle una mano para dañarlo.
-¿Qué haces aquí?-inquirió hoscamente deteniéndose a mitad de la habitación, esperando ver sus ojos avellana fijarse en los niebla de el, con ese rostro sin expresión que parecía difícilmente corromperse.
-Me alegra que seas hijo de Nova, esa forma de ir directo al grano es justo la de el-camino grácil mente hacia el.
-El me pidió que viniera a echarte un ojo, últimamente ha andado muy inquieto por no saber con claridad de sus hijos, sobre todo…-se detuvo prefiriendo no tocar el tema tabú para los grandes que era la pequeña Lyrelae.
-Marion-finalizo sin inmutarse manteniendo sus ojos en los de ella- no debería, ella seguro esta bien…
-encontró las cartas de Elle-observo con cuidado como su rostro se desencajaba, al escuchar esas palabras-Recibimos la noticia que Elle esta muerta y Marion desaparecida, crees que el podría estar como si no le importara-cuestión la mujer en aparente calma, cruzando sus brazos sobre su pecho.
“Esta muerta, entonces como llego Mary que es lo que esta pasando” pensó pasando sus dedos por su cabello lacio.
-Lo mas seguro es que pronto tengamos algunas pestes por aquí así que no te molestes demasiado si me ves seguido-musito pasando en un lado de el.
-Espera Frozen-detuvo su mano repentinamente, sintiendo el ardor que desprendía su piel-¿Dónde esta el ahora?-
-Sigue de misión, pero necesita mantener todo en orden por acá, y sabes muy bien que Heero no puede desentender
-Entonces no esta en esta dimensión- dedujo el joven sin escuchar las palabras de la mujer, misma que lo miro con curiosidad.
-Gabriel, Tienes algo que decirme a es necesario que venga recurra a Vera-cuestiono la mujer de ademán inescrutable- No soy tu madre, pero sabes como son las cosas
-Ella esta aquí, Marion esta en el Hajime-pasuso ahora el notando la sorpresa en la mujer-Me pidió que no les dijera nada aun a ustedes parece que ella esta manejando de alguna manera la situación- musito lo ultimo mas para que para la mujer que se acerco al chico invadiendo su espacio personal, tomando sus mejillas posesivamente, extrañando que hiciera eso.
-Pensé que jamás lo dirías, confiaba que fueras listo, esto aliviara bastante el peso que carga, las cosas serán mas sencillas ahora en delante, no les pasara ya nada lo prometo-divagaba la mujer de una manera sobre protectora que no entendía el joven.
-Frozen no eres nuestra madre, además ella parece saber lo que hace-insistió deshaciendo el agarro de la mujer que desvió la mirada del joven.
-Pero soy como tu tía, nunca los he visto de forma maternal, pero si quiero que estén bien, sabes que lo que me une a tu padre es mas que lealtad mas nunca seré su amante-susurro en forma delicada la extraña mujer que solo confundían al joven que deseaba salir de la habitación- Cloud ya lo sabe, vendrá en unos días-
-Pero si el esta de..
-Sabes que el jamás dará prioridad a una misión si ustedes están de por medio y menos después de lo que paso antes, tenemos reglas pero su situación es muy diferente a todo-camino hacia la salida- Me muero de ganas por ver a la hija prodiga-Expreso saliendo deteniéndose en la puerta para mirarlo por ultima vez- tienes mucho que pensar, y que cuidar incluso aquí debes ver dos veces quien va de tras de ti pequeño Gabriel-.
-Eso ya lo se-muslito sin verla, esa mujer solo lo probaba cada que se veían observaba sus movimientos cada uno y los desarmaba, siempre había sido igual sabia lo que quería pero lo tomaba lentamente de ti, no podía odiarla ya que su padre tenia sus razones para tenerle tanta confianza aunque no lo entendiera. Ahora tendría que seguir con las palabras de Marion a medias, solo con la advertencia de que el lo sabría de alguna forma, ademas tenía que sacar le por sus propios labios la verdad de como llego al Hajime.
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Frase PJ1: No vine aqui a enamorarme sino a salvar mi vida
Frase PJ2: No todos los días tienes una segunda oportunidad y menos si es para siempre
Sala de visitas
Si bien, no había razón por la cual volviese a verse con sus padres allí, ellos lo habían ido a visitar. El peliplatino miró ciertamente molesto su visita en aquella ocasión, pues él estaba cumpliendo su parte de lo acordado y, además, había negado con una sinceridad perfectamente fingida su conocimiento acerca del paradero de su prima Danieve.
En la anterior ocasión, ellos habían comentado que ser inestable o normal dependía de la sangre, de la familia- dijeron algo así como si un integrante de la familia tenía poderes, indudablemente otros debieron tenerlos o estan por tenerlos.- y dijeron que sospechaban que el incidente en la casa de su prima hacía un año-del cuál él tampoco estaba enterado- podía significar que Danieve tuviese poderes.
Por el Hajime, Shan era conocedor de algunos hechos, pues en clase siempre oyó hablar que tal o cual compañero suyo provenía de una familia reconocida por...blahblahblah. Así que el saber aquello de boca de sus padres no le sorprendió demasiado, aunque también lo fingió bastante bien.
Una de las preguntas más frecuentes que Shan se comenzó a hacer desde que tuvo su manifestación de oscuridad y desde que entró al Hajime fue si sus padres también tendrían algo parecido a él, o algún familiar.
Y, efectivamente, era así. Su madre mencionó distraída en una ocasión que el Hajime no había cambiado mucho desde que ella estuvo allí, si bien no lo dijo abiertamente, para Shan fue suficiente.
-Y...¿Por qué están acá ésta vez?- preguntó Shan sentado sobre esos sillones blancos, mirando distraído el lugar. Su madre sonrió entusiasmada.
-¿Qué harás en Navidad?
-Ehhm... nada.-gruñó por lo bajo él. Los tres sabían que iba a pasar las navidades en casa.
- Oh, bueno...¡Te tengo una noticia!- caturreó alegre.
Eso solo significaban malas noticias para él. Cerró los puños y se acomodó mejor en el lugar.
-¿Cuál?
-¿Recuerdas a los padres de Gia-chan?
-...¿Qué pasa con ellos?
-Bueno... Como ya pasó más de un año y ella sigue sin aparecer, Tsukiko-onechan está pensando que lo mejor sería contratar a alguien que pueda ayudarlos a encontrarla y...
-Ese no es el tema, Millen.- le recordó amablemente Alex posando una mano sobre la de ella.
-Oh, sí, es verdad, jejeje- pronunció Millen riendo. Aquella información, no le gustó en absoluto a Shan, pero aparentó no darle importancia.
-¿Entonces? ¿Cuál es?
Millen se aclaró la garganta y tomó aire, como quien no quiere la cosa.
-Nos invitaron a mí y a Alex a pasar Navidad y Año Nuevo con ellos...-ajá, por un momento, Shan creyó que se iba a quedar en el Instituto, como algunas vacaciones del año anterior.- Y pensamos, que sería bueno, que vinieses con nosotros.- Chau creencia.
Frunció el ceño y los miró a ambos.
-No.- dijo enfatizando aquella palabra.- Definitivamente no.
-Shani... -comenzó su madre
-¡No! ¡No iré! ¿No habíamos quedado que ellos no se entararían de que estoy aquí, vivo? ¡No hay forma de que vuelva! ¡No la hay!
-Shan... si solo...- Millen parecía querer sacar algo que tenía atorado en su garganta, pero Shan hizo gesto de que no quería escucharla
-Shan, escucha a tu madre.- ordenó Alex y recibió una mueca de desacuerdo a cambio.
-Pero...
-Algún día de estos tendremos que decirles dónde estuviste y que te econtramos. ¿Cómo crees que haremos? ¡No siempre podemos fingir estar mal por ti y Daidai cuando sabemos donde estás! No tenemos porqué ocultarle esto a tus tíos, a mi hermana... Shan...
-¿Y cómo planeas explicarle de esto?- extendió su mano y de ella emergió una esfera pequeña de color negro que comenzó a pulular alrededor de él.
Fue entonces que se produjo un silencio y Millen dejó su vista clavada en la esferita, Alex suspiró tomando las riendas del asunto.
-Ya se nos ocurrirá algo algo al respecto. Pero esto... no es solo porque queremos arruinarte la vida llevandote de nuevo a Japón por las festividades.- explicó él Shan clavó su mirada en él mientras la esfera comenzaba a cambiar de formas, haciendo acopio de su disgusto.-Es importante para nosotros que ellos sepan esa verdad y, sobre todo, que entiendan que Danieve también puede tenerla.
-Si eso es la razón por la cual se fue.
-Sí y si no lo es, también.-asintió Alex abriendo las palmas en gesto de bienvenida.- Debes entenderlo... la familia de tu madre ha visto como una maldición el que un ser humano posea estas capacidades. Tu abuela era una mujer que prefería estar ciega a ver la realidad del mundo. Y si sus hijas podían estarlo, mejor. Es por ello que si tu prima tuvo esta manifestación de poderes, tu tía haya podido reaccionar de mala forma, con temor u odio... Y eso quizás fue la causa de que Danieve se marchara.
Para la proxima vez que viese a su prima, le preguntaría respecto a ello. Shan permaneció en silencio, sin decir palabra a favor o encontra de aquella explicacion durante varios minutos. La esfera negra se deshizo y Millen observó donde se había ido con cierta angustia. Volvió su vista a su hijo mayor, para observar su expresión.
-Si m... Millen tiene poderes ¿No es más sencillo que ella lo demuestre? No veo sentido de que yo esté ahí.
-Eres nuestro hijo y quizás si entienden que tu también puedes, podrán pensar también que Gia-chan puede hacer lo mismo. Y si eso cambia su visión de las cosas... quizás, quizás puedan meterse a este mundo y encontrar más fácil a su hija.
Shan llevó ambos brazos a la mesa, apoyó los codos sobre la misma y su mentón sobre sus manos, reflexionando sobre ello. Él quería que Danie se encontrara con sus padres y que no le sucediera, en cierta medida, lo mismo que a él-pero las situaciones de ambos eran diferentes.- Ella tenia que estar con sus padres, o al menos que estos supieran sobre ella.
Pero ¿él sería capaz de hacer aquel esfuerzo por ella? ¿Sería capaz de volver a tomar contacto con todo lo que dejó para que la situación de ella fuese notablemente mejor que la de él?
Volvió a reclinarse contra el respaldo del asiento y cerrando los ojos, respondió.
-Está bien, iré. Pero será en mis términos.
En la anterior ocasión, ellos habían comentado que ser inestable o normal dependía de la sangre, de la familia- dijeron algo así como si un integrante de la familia tenía poderes, indudablemente otros debieron tenerlos o estan por tenerlos.- y dijeron que sospechaban que el incidente en la casa de su prima hacía un año-del cuál él tampoco estaba enterado- podía significar que Danieve tuviese poderes.
Por el Hajime, Shan era conocedor de algunos hechos, pues en clase siempre oyó hablar que tal o cual compañero suyo provenía de una familia reconocida por...blahblahblah. Así que el saber aquello de boca de sus padres no le sorprendió demasiado, aunque también lo fingió bastante bien.
Una de las preguntas más frecuentes que Shan se comenzó a hacer desde que tuvo su manifestación de oscuridad y desde que entró al Hajime fue si sus padres también tendrían algo parecido a él, o algún familiar.
Y, efectivamente, era así. Su madre mencionó distraída en una ocasión que el Hajime no había cambiado mucho desde que ella estuvo allí, si bien no lo dijo abiertamente, para Shan fue suficiente.
-Y...¿Por qué están acá ésta vez?- preguntó Shan sentado sobre esos sillones blancos, mirando distraído el lugar. Su madre sonrió entusiasmada.
-¿Qué harás en Navidad?
-Ehhm... nada.-gruñó por lo bajo él. Los tres sabían que iba a pasar las navidades en casa.
- Oh, bueno...¡Te tengo una noticia!- caturreó alegre.
Eso solo significaban malas noticias para él. Cerró los puños y se acomodó mejor en el lugar.
-¿Cuál?
-¿Recuerdas a los padres de Gia-chan?
-...¿Qué pasa con ellos?
-Bueno... Como ya pasó más de un año y ella sigue sin aparecer, Tsukiko-onechan está pensando que lo mejor sería contratar a alguien que pueda ayudarlos a encontrarla y...
-Ese no es el tema, Millen.- le recordó amablemente Alex posando una mano sobre la de ella.
-Oh, sí, es verdad, jejeje- pronunció Millen riendo. Aquella información, no le gustó en absoluto a Shan, pero aparentó no darle importancia.
-¿Entonces? ¿Cuál es?
Millen se aclaró la garganta y tomó aire, como quien no quiere la cosa.
-Nos invitaron a mí y a Alex a pasar Navidad y Año Nuevo con ellos...-ajá, por un momento, Shan creyó que se iba a quedar en el Instituto, como algunas vacaciones del año anterior.- Y pensamos, que sería bueno, que vinieses con nosotros.- Chau creencia.
Frunció el ceño y los miró a ambos.
-No.- dijo enfatizando aquella palabra.- Definitivamente no.
-Shani... -comenzó su madre
-¡No! ¡No iré! ¿No habíamos quedado que ellos no se entararían de que estoy aquí, vivo? ¡No hay forma de que vuelva! ¡No la hay!
-Shan... si solo...- Millen parecía querer sacar algo que tenía atorado en su garganta, pero Shan hizo gesto de que no quería escucharla
-Shan, escucha a tu madre.- ordenó Alex y recibió una mueca de desacuerdo a cambio.
-Pero...
-Algún día de estos tendremos que decirles dónde estuviste y que te econtramos. ¿Cómo crees que haremos? ¡No siempre podemos fingir estar mal por ti y Daidai cuando sabemos donde estás! No tenemos porqué ocultarle esto a tus tíos, a mi hermana... Shan...
-¿Y cómo planeas explicarle de esto?- extendió su mano y de ella emergió una esfera pequeña de color negro que comenzó a pulular alrededor de él.
Fue entonces que se produjo un silencio y Millen dejó su vista clavada en la esferita, Alex suspiró tomando las riendas del asunto.
-Ya se nos ocurrirá algo algo al respecto. Pero esto... no es solo porque queremos arruinarte la vida llevandote de nuevo a Japón por las festividades.- explicó él Shan clavó su mirada en él mientras la esfera comenzaba a cambiar de formas, haciendo acopio de su disgusto.-Es importante para nosotros que ellos sepan esa verdad y, sobre todo, que entiendan que Danieve también puede tenerla.
-Si eso es la razón por la cual se fue.
-Sí y si no lo es, también.-asintió Alex abriendo las palmas en gesto de bienvenida.- Debes entenderlo... la familia de tu madre ha visto como una maldición el que un ser humano posea estas capacidades. Tu abuela era una mujer que prefería estar ciega a ver la realidad del mundo. Y si sus hijas podían estarlo, mejor. Es por ello que si tu prima tuvo esta manifestación de poderes, tu tía haya podido reaccionar de mala forma, con temor u odio... Y eso quizás fue la causa de que Danieve se marchara.
Para la proxima vez que viese a su prima, le preguntaría respecto a ello. Shan permaneció en silencio, sin decir palabra a favor o encontra de aquella explicacion durante varios minutos. La esfera negra se deshizo y Millen observó donde se había ido con cierta angustia. Volvió su vista a su hijo mayor, para observar su expresión.
-Si m... Millen tiene poderes ¿No es más sencillo que ella lo demuestre? No veo sentido de que yo esté ahí.
-Eres nuestro hijo y quizás si entienden que tu también puedes, podrán pensar también que Gia-chan puede hacer lo mismo. Y si eso cambia su visión de las cosas... quizás, quizás puedan meterse a este mundo y encontrar más fácil a su hija.
Shan llevó ambos brazos a la mesa, apoyó los codos sobre la misma y su mentón sobre sus manos, reflexionando sobre ello. Él quería que Danie se encontrara con sus padres y que no le sucediera, en cierta medida, lo mismo que a él-
Pero ¿él sería capaz de hacer aquel esfuerzo por ella? ¿Sería capaz de volver a tomar contacto con todo lo que dejó para que la situación de ella fuese notablemente mejor que la de él?
Volvió a reclinarse contra el respaldo del asiento y cerrando los ojos, respondió.
-Está bien, iré. Pero será en mis términos.
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